OTTAWA 6 Feb. (Reuters/EP) -
Canadá, sobre la que existe cierta presión para que mantenga su participación en la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra el grupo insurgente autodenominado Estado Islámico, aumentará el número de soldados en servicio de adiestramiento en Irak, y mantendrá algunos de sus aviones en la región, según ha indicado una fuente del Ministerio de Defensa este viernes.
El primer ministro, Justin Trudeau, ganó las elecciones el pasado mes de octubre comprometiéndose a retirar seis aviones que habían estado bombardeando posiciones insurgentes en Irak y Siria, unos cazas polivalentes modelo CF-18. Trudeau ha dejado claro que cumplirá su compromiso, a pesar de la decepción de los aliados ante esta decisión.
No obstante, según esta y otra fuente, ambas de Defensa, sí mantendrá en la región los aviones de reconocimiento y los de reabastecimiento, pero su renovada misión no se conocerá hasta que el 'premier' canadiense la anuncie la próxima semana, según una fuente gubernamental con conocimiento directo de esta información.
Canadá cuenta actualmente con unos 70 soldados entrenando a militares kurdos en el norte de Irak, una cifra que podría incrementarse hasta alcanzar los 300, según esta fuente.
Los ministros han estado debatiendo qué es lo que estos soldados podrán y no podrán hacer, según la fuente. El 'apetito' de los canadienses en misiones militares en el exterior ha caído después de 10 años de participación en Afganistán que acabaron en 2011 y en los que perdieron la vida 158 soldados. El pasado mes de marzo, un soldado canadiense fue abatido y otros tres resultaron heridos por fuego amigo en un incidente en Irak.
IMPACIENCIA EN EL EXTERIOR
La semana pasada, el ministro de Defensa canadiense, Harjit Sajjan, insistió en que su Gobierno se tomaría cierto tiempo para determinar la nueva forma en que Canadá intervendrá en Irak, con el objetivo de no repetir los errores cometidos por la coalición en la guerra de Afganistán.
Sajjan aboga por un enfoque considerado, dando a entender que la ausencia de reflexión significó, tal y como asegura Radio Canada, que la bien intencionada ayuda al desarrollo para Afganistán acabara finalmente alimentando la corrupción y la inestabilidad en el país.
Pero por su parte, Estados Unidos, Reino Unido y Francia, preocupados por la retirada de los cazas canadienses y por si esta decisión socavará los esfuerzos contra el grupo insurgente, están cada vez más impacientes ante la nueva postura de Ottawa.
Una tercera fuente, con conocimiento directo de las conversaciones diplomáticas que se han mantenido, ha asegurado que el mensaje a Canadá es "claro". "Entendemos que os comprometierais en campaña a retirar los cazas. Pero tenéis que decirnos ya qué es lo que estáis haciendo, y tenéis que decírnoslo pronto", ha indicado esta fuente.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, expresó su impaciencia el pasado viernes al decir que está esperando que Canadá anuncie qué papel jugará en la coalición internacional, pero se mostró "completamente seguro" ante el hecho de que el primer ministro y su equipo de seguridad estuvieran "trabajando para ver formas para continuar con su significativa contribución" a la coalición.
Los aviones canadienses finalizan su misión en marzo. Una opción para Trudeau podría ser permitir que se continúen con los bombardeos hasta entonces, en lugar de replegarlos antes.
Trudeau se ha comprometido a llevar a cabo una misión de formación más robusta, pero el ministro de Exteriores, Stéphane Dion, ha advertido de que Canadá no será capaz de responder a todas las peticiones de sus aliados, punto de vista que comparte con Sajjan.