CALGARY 24 Ene. (Reuters/EP) -
Canadá ha rechazado los esfuerzos por resucitar el acuerdo de libre comercio para la región Asia-Pacífico (TPP) después de que Estados Unidos haya anunciado su retirada del mismo, al tiempo que ha anticipado que México tendrá que lidiar en solitario con el Gobierno de Donald Trump para renegociar el tratado trilateral para América del Norte.
La ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, ha recordado en una rueda de prensa celebrada este martes en Calgary que "el TPP está construido de tal manera que solo puede entrar en vigor con Estados Unidos como país ratificante", por lo que "el TPP no puede existir sin que Estados Unidos sea parte".
De esta forma, El Gobierno de Justin Trudeau se ha desmarcado de los planes de los otros países firmantes, entre ellos Japón, Australia y Nueva Zelanda, por modificar el TPP de modo que pueda cobrar fuerza, planteando para ello la incorporación de China y otras naciones asiáticas.
Los agricultores canadienses han recibido con pesar la disolución del TPP, ya que producen más grano del que absorbe la demanda interna y pretendían colocar los excedentes en el mercado transpacífico. "Es decepcionante, ha confesado Robin Speer, director ejecutivo de Western Canadian Wheat Growers.
Lo mismo ocurre con los ganaderos canadienses, que planeaban llevar sus productos a los consumidores japoneses, de acuerdo con Dennis Laycraft, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Ganaderos del país norteamericano.
RENEGOCIACIÓN DEL NAFTA
Por otro lado, fuentes oficiales han revelado a Reuters, en el marco de la reunión gubernamental de Calgary, que Canadá se centrará en fomentar sus relaciones comerciales con Estados Unidos, por lo que evitará crear un frente común contra Trump junto a México en lo tocante al NAFTA.
"Queremos a nuestros amigos mexicanos, pero nuestros intereses nacionales van primero y la amistad después. Las dos (cosas) son mutuamente excluyentes", ha dicho una fuente del Gobierno canadiense a la agencia de noticias británica.
"Nuestras posiciones negociadoras son totalmente diferentes", ha explicado una segunda fuente gubernamental. "México está colgado por los pies de una ventana de un rascacielos. Está en una situación terrible. Nosotros no", ha afirmado.
Canadá teme que aliarse con México afecte a sus intercambios comerciales con Estados Unidos, que es el receptor del 75 por ciento de las exportaciones de su vecino del norte y cuyos intercambios comerciales alcanzaron en 2015 los 580.000 millones de dólares.
Sin embargo, oficialmente, el Gobierno canadiense ha negado que vaya a abandonar a México en las negociaciones sobre el NAFTA. A este respecto, Freeland ha recordado la conversación telefónica del lunes entre el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y Trudeau.
OFENSIVA PROTECCIONISTA
La Casa Blanca avanzó el pasado viernes, horas después de que tomara posesión del cargo, las líneas maestras de Trump en materia comercial para insistir en que "los acuerdos internacionales deben ser usados para que la economía crezca y devolver millones de puestos de trabajos a Estados Unidos".
Así, anunció la retirada de Estados Unidos del TPP, que el propio Trump firmó el lunes en una orden ejecutiva, y la renegociación del NAFTA, que rige entre Estados Unidos, Canadá y México, si bien alertó de que, si los otros dos socios se niegan, también se retirará.
Trump cargará asimismo "contra las naciones que violen los acuerdos comerciales y perjudiquen a los trabajadores estadounidenses". En este sentido, anticipó que ordenará a la Secretaría de Comercio que "use cada herramienta del Gobierno federal para acabar con estos abusos".