MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Los diputados canadienses han aprobado una moción no vinculante que acusa al Gobierno chino de cometer un genocidio contra minorías musulmanas en la región de Xinjiang, en el oeste del país, una decisión que acrecienta las tensiones entre ambos países.
A pesar de que el primer ministro, Justin Trudeau, y los miembros de su Gabinete se han abstenido de la votación, la mayoría de los diputados, 266 de los 338 que forman la Cámara, --muchos de ellos liberales--, han apoyado la moción, que ha sido presentada por el opositor Partido Conservador, según informaciones de la cadena CBC.
El texto reconoce que "se está llevando a cabo actualmente un genocidio contra los uigur y otros musulmanes en China" y pide al Comité Internacional Olímpico trasladar los Juegos de 2022 a otra ciudad para que no se celebren en Pekín, como está previsto.
El ministro de Asuntos Exteriores, Marc Garneau, ha sido el único miembro del Gobierno que ha estado presente en la votación, a la que ha acudido "en nombre del Gabinete", mientras que el líder opositor Erin O'Toole, ha lamentado la decisión de Trudeau y ha criticado que "siga negándose a calificar la horrible conducta del Partido Comunista Chino por lo que es: un genocidio".
Estados Unidos estima que cerca de 2 millones de personas pertenecientes a estas minorías étnicas están retenidas en centros de detención en Xinjiang, donde podrían ser víctimas de abusos, adoctrinamiento y esterilización forzosa.
La iniciativa, presentada por la oposición conservadora, no ha encajado demasiado bien con el Gobierno chino, cuyo embajador en Canadá, Cong Peiwu, había denunciado previamente la votación como una intromisión del país norteamericano en los asuntos internos de China.
La moción tiene como objetivo ejercer una mayor presión sobre el Gobierno de Trudeau para reforzar sus políticas hacia China. Las tensiones diplomáticas entre los dos países han aumentado durante los últimos años, especialmente tras el arresto en Vancouver de la directora financiera e hija del fundador de Huawei, Meng Wanzhou, que fue arrestada a petición de Washington.
Poco después, los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor fueron detenidos en suelo chino por presunto espionaje.