BUENOS AIRES 28 Feb. (Reuters/EP) -
El canciller de Argentina, Héctor Timerman, ha defendido este viernes un acuerdo firmado con Irán hace dos años para investigar el atentado terrorista contra la AMIA en Buenos Aires, que el fallecido fiscal Alberto Nisman denunció por entender que fue usado por el Gobierno para encubrir a los sospechosos iraníes del ataque.
Nisman, que llevaba más de una década investigando el atentado contra la mutual judía AMIA, que se saldó con 85 personas muertas en 1994, presentó antes de morir una denuncia contra la presidenta Cristina Fernández y contra su canciller Héctor Timerman por supuesto encubrimiento.
Su denuncia, retomada por otro fiscal, fue desestimada el jueves por un juez federal por considerar que no presentaba suficientes pruebas como para abrir una investigación. Aliviando la tensión sobre los acusados, el magistrado dijo que el Gobierno hizo lo que estaba a su alcance para avanzar con las pesquisas del ataque.
"Sé perfectamente que no habíamos cometido ningún delito", ha dicho este viernes Timerman, en una entrevista concedida a la agencia de noticias británica Reuters.
El canciller ha asegurado que con el memorando firmado sólo se buscó avanzar con las investigaciones del atentado, por el que están acusados ocho iraníes. Pero nunca entró en vigor porque fue declarado inconstitucional por la justicia argentina.
El memorando de entendimiento permitía a Nisman y al juez de la causa viajar a Teherán para interrogar a los sospechosos. "Hicimos todo lo posible durante muchos años para lograr que la justicia pueda actuar, interrogar a los sospechosos, decidir si los sospechosos son culpables y castigarlos", ha agregado.
"La única manera de solucionarlo si ellos no pueden extraditar y nosotros no podemos juzgar en ausencia, es (...) que el juez argentino viaje al lugar donde están los sospechosos y tome las indagatorias", ha sostenido el canciller.
Sin embargo, Nisman denunció en enero que el acuerdo con Irán buscaba deslindar la responsabilidad de los sospechosos del atentado a cambio de incrementar el comercio bilateral.
Días más tarde, Nisman fue hallado muerto con un disparo en la cabeza junto a un arma en su vivienda, un día antes de presentarse en el Congreso para hablar de su denuncia.
Su misteriosa muerte --que los investigadores creen pudo haber sido un suicidio pero no descartan otras hipótesis-- conmocionó a los argentinos y desató una crisis política.
Funcionarios del Gobierno calificaron la denuncia de Nisman como "ridícula" y sugirieron que ex agentes de Inteligencia habrían influido sobre el fiscal para que presentara la acusación para desestabilizar a la presidenta.
Timerman también ha criticado a Nisman por haber tenido contactos con la embajada de Estados Unidos durante su investigación. "Era como que recibía asesoramiento o informaba a la Embajada de Estados Unidos de hechos que no debería haber informado porque era un fiscal de la República Argentina, no tenía nada que hacer en la Embajada de Estados Unidos", ha sentenciado.