NIIGATA (JAPÓN), 16 (Reuters/EP)
El candidato independiente y antinuclear respaldado por los partidos de izquierda ha ganado las elecciones a gobernador de la prefectura de Niigata, en Japón, con lo que la reapertura de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la más grande del mundo, parece más lejana.
Ryuichi Yoneyama, un doctor en Derecho que no ha ocupado ningún cargo público, se ha impuesto a Tamio Mori, el candidato del Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Shinzo Abe. Yoneyama ha recibido el apoyo del Partido Comunista de Japón y de dos partidos minoritarios y ha sido percibido como el heredero del gobernador saliente, Hirohiko Izumida, también reticente a la reactivación de las centrales nucleares.
"Como os he prometido, en las actuales circunstancias en las que no podemos proteger nuestras vidas y nuestro estilo de vida, declaro claramente que no puedo aprobar una reactivación", ha afirmado Yoneyama ante sus seguidores desde la sede de su campaña.
Los simpatizantes de Yoneyama han respondido con repetidos "¡Banzai!", equivalentes a vivas, al conocer las proyecciones que apuntaban a una victoria de Yoneyama. Según la televisión pública NHK, Yoneyama ha conseguido más de 500.000 votos, frente a los 430.000 de Mori con el 93 por ciento escrutado.
En cambio, Mori, quien ha ocupado cargos ministeriales y está considerado un burócrata, se ha disculpado ante sus seguidores por su derrota.
El futuro de la central de Kashiwazaki-Kariwa ha sido el epicentro de la campaña electoral, ya que el Gobierno central aboga por la activación de todas las centrales a pesar del terremoto que provocó la fusión del núcleo de la central nuclear de Fukushima en 2011.
La planta de Kashiwazaki-Kariwa cuenta con siete reactores y es fundamental para la Empresa de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), puesto que tiene una capacidad de 8 gigawatios. TEPCO, bajo control estatal desde 2012, es vital para los planes del Gobierno de reactivación de las centrales nucleares, que antes de Fukushima producían hasta un 30 por ciento de la demanda eléctrica del país.
Sin embargo, los problemas de la central de Kashiwazaki-Kariwa van más allá, ya que en 2007 causó una fuga radiactiva provocada también por un terremoto. En estos momentos solo están en funcionamiento dos de los 42 reactores nucleares con los que cuenta Japón.