BUENOS AIRES, 22 Sep. (Reuters/EP) -
El candidato presidencial del oficialismo en Argentina, Daniel Scioli, ha prometido este lunes atraer inversiones por 30.000 millones de dólares al año para promover la actividad de un país que atraviesa un estancamiento y sufre una alta inflación.
Un mes antes de los comicios para los que aparece como principal favorito, Scioli ha destacado que mantendrá los logros sociales del peronismo de centroizquierda gobernante, pero que aplicará los cambios necesarios para desarrollar la industria en la tercera economía de América Latina.
La actual presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, sufre un fuerte rechazo en los mercados debido a las amplias regulaciones que aplica sobre la economía doméstica, las cuales han dejado a Scioli en la encrucijada de mostrar en la campaña esbozos de continuidad y cambios a la vez.
"Hay cosas que están bien y cosas que están mal. Pero hay una sola forma de estar mejor: profundizando lo bueno. Hacer mejor es reconocer errores, pero también es no volver atrás", ha señalado el candidato durante un acto ante empresarios, sindicalistas, militantes y miembros del oficialismo.
"Mis metas son claras: Crecimiento económico sostenido, pleno empleo y de calidad, distribución del ingreso y mejor calidad de vida", ha añadido.
Muchos expertos destacan que para conseguir un aluvión de inversiones, Argentina deberá lograr un acuerdo con los fondos que no aceptaron canjes de deuda --conocidos como "buitres" o "holdouts"-- y que mantienen un prolongado litigio contra la nación en tribunales de Estados Unidos. Sin embargo, Scioli no se mostró apurado por llegar a un trato.
"No es necesario pagarles a los fondos buitres para acceder al financiamiento", ha indicado Scioli, que añade que. sólo se cancelará la deuda argentina, en suspensión de pagos desde el 2002, "en condiciones justas, legales, equitativas y sustentables".
Scioli también ha asegurado que mantendrá un tipo de cambio administrado a través del Banco Central y que buscará llevar la inflación a un dígito desde cerca del 20 por ciento actual.
La mayoría de las encuestas indica que el hombre del oficialismo está cerca del 40 por ciento de los votos que, con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre su seguidor, necesita el 25 de octubre para evitar un peligroso balotaje (segunda vuelta).
Muchos analistas consideran que el voto de los indecisos será clave para inclinar la balanza hacia Scioli o hacia el opositor Mauricio Macri. El peronista opositor Sergio Massa aparece tercero en la intención de voto.