MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El aspirante a gobernador republicano por el estado de Michigan, Ryan Kelley, se ha declarado inocente este jueves de los cargos de los que ha sido acusado por participar en los disturbios que se produjeron durante el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Kelley, a quien se le puede ver en las imágenes subirse a los andamios del escenario que se había instalado para la toma de posesión del presidente Joe Biden y hacer gestos a la turba para que iniciara el asalto, ha asegurado que aquel día solo estaba ejerciendo sus derechos recogidos en la Primera Enmienda de la Constitución, la que está relacionada con la libertad de expresión.
Su presencia este jueves ante un tribunal se da un día después de que participara en un debate con el resto de candidatos republicanos en un canal de la televisión estatal de Michigan en el que no solo defendió su presencia aquel día en el asalto, sino que sembró dudas sobre la fiabilidad de aquellas elecciones presidenciales en las que Donald Trump salió derrotado.
"Estuve en Washington DC el 6 de enero. Sí, el FBI allanó mi casa frente a mi esposa, frente a mis hijos, montó un gran espectáculo por cargos menores y fue el mismo día en el comenzaron su comité de caza de brujas del 6 de enero", dijo en referencia a la comisión de la Cámara de Representantes que investiga lo ocurrido.
Al igual que en el tribunal, Kelley ha insistido en que aquella muestra de rechazo a los resultados electorales formaba parte de los derechos que aparecen en la Primera Enmienda y que por ello se encontraba allí.
"Era una actividad de la Primera Enmienda para la mayoría de esas personas, yo mismo incluido, estábamos allí protestando contra el gobierno porque no nos gustan los resultados de las elecciones de 2020, de cómo sucedió el proceso", alegó.
"Tenemos ese derecho de la Primera Enmienda y eso es por lo que el 99 por ciento de la gente estaba allí ese día. Y sí, apoyo al presidente Trump", enfatizó Kelley, añadiendo posteriormente que los resultados en Michigan donde Biden se impuso por apenas unos 154.000 votos, "fueron fraudulentos".