WASHINGTON, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los cinco candidatos demócratas que buscan la nominación del partido para luchar por la Casa Blanca en las elecciones del año 2016 han protagonizado este martes en Las Vegas el primer debate, en el que han discutido sobre inmigración, control de armas y los correos que comprometen a la principal favorita, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
La exprimera dama ha tomado la iniciativa en este primer gran debate demócrata para tratar de afianzar su ventaja sobre el senador de Vermont Bernie Sanders, de 74 años de edad, que ha ido recortando en los últimos meses la distancia que le separaba de Clinton y se ha presentado como un candidato capaz de hacer frente a los republicanos.
También han aprovechado este oportunidad los tres candidatos menos conocidos: el gobernador de Maryland, Martin O'Malley, el exsenador Jim Webb y el exgobernador de Rhode Island Lincoln Chafee. El debate ha sido organizado por la cadena estadounidense CNN y moderado por Anderson Cooper.
Clinton ha sido la candidata que ha acaparado un mayor tiempo con sus intervenciones, que ha usado para lanzar algún ataque a Sanders, a quien ha acusado de ser "demasiado suave" en su discurso contra las armas de fuego, recordando incluso que mientras que ella votaba a favor de la llamada ley 'anti-armas' el senador de Vermont se oponía.
"Es momento de que la gente se oponga a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) en el tema del control de armas", ha dicho Clinton respecto a este tema, que ha cobrado mayor relevancia desde el último tiroteo registrado en una universidad de Oregón a principios de este mes de octubre, que dejó un saldo de diez muertos.
Pese a ello, Sanders --que se ha defendido alegando que la norma era compleja y asegurando que apoyaba una regulación más fuerte en torno al control de las armas-- ha rechazado cargar contra Clinton por el polémico asunto de los correos electrónicos, asegurando que los estadounidenses "están cansados" de este tema.
Clinton está siendo investigada por el uso su servidor privado de correo electrónico cuando trabajaba para el Gobierno, saltándose la normativa de confidencialidad que debe regir entre los altos funcionarios públicos. Sin embargo, tanto Sanders como O'Malley han pedido que se deje de hablar de los 'e-mails' de Clinton para abordar los problemas de desigualdad en Estados Unidos.
REFORMA MIGRATORIA
Otro tema clave en este debate ha sido el de la inmigración, una cuestión que los candidatos demócratas han utilizado también para cargar contra el bando republicano. "El Partido Republicano ha demonizado a los inmigrantes trabajadores", ha dicho Clinton, que se ha mostrado muy crítica con los comentarios realizados por el magnate Donald Trump, que lidera las encuestas de cara a las primarias del partido conservador.
"Necesitamos una reforma migratoria amplia para sacar a los indocumentados de las sombras", ha agregado Sanders, en un mensaje que también ha sido secundado por Webb, quien ha mostrado su apoyo a "una reforma migratoria integral" y ha hecho alusión a su esposa, que es inmigrante.
O'Malley ha dicho que el país se hace "más fuerte" con cada generación de inmigrantes y ha apostado por ofrecer seguros de salud --los conocidos como 'Obamacare'-- a indocumentados, a lo que Clinton ha respondido que no contaría con su apoyo. "Suscita muchos problemas", ha reiterado Clinton sobre la posibilidad de adoptar esa medida de forma aislada.
Los candidatos también han hablado sobre aspectos económicos y la exsecretaria de Estado estadounidense ha asegurado que las finanzas "van mejor cuando hay un demócrata en la Casa Blanca".
Sin embargo, el resto de participantes en el debate han acusado a Clinton de no ser suficiente dura en sus propuestas para regular Wall Street. "En mi opinión, el Congreso no regula Wall Street, sino que Wall Street regula el Congreso", ha denunciado el senador Sanders. El exgobernador O'Malley, por su parte, ha definido el sector financiero como "un juego de casino especulativo de mega bancos".
POLÍTICA EXTERIOR
En cuanto a la política exterior, el debate ha girado en torno a las críticas a Clinton por su apoyo a la invasión de Irak de 2003. Chafee, que votó en contra, ha dicho que el hizo "los deberes", al tiempo que Sanders ha recordado su oposición a esta guerra. En este punto, el senador de Vermont ha añadido que en el caso de llegar a la Casa Blanca hará todo lo posible para no llevar a Estados Unidos a un laberinto militar.
La candidata, sin embargo, ha desviado la atención señalando que el presidente, Barack Obama, la eligió como Secretaria de Estado porque valoró su capacidad de juicio. Asimismo, ha recordado que apoyó a Obama en la operación contra Osama Bin Laden y en la imposición de sanciones contra Irán.
En este sentido, O'Malley ha afirmado que Estados Unidos se hace daño cuando usa la fuerza militar a expensas de la diplomacia, mientras que Webb ha indicado que se debe respetar "la tradición" en "un país de gente que se quiere defender".