CARACAS, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha acusado este miércoles al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de alentar la violencia para favorecer sus "planes intervencionistas" en la nación caribeña.
"Para Almagro, la violencia opositora nutre sus perversos planes intervencionistas en Venezuela. Los alienta a la desestabilización", ha dicho la canciller venezolana en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Rodríguez se ha referido a la marcha opositora que se celebró el martes en Caracas para protestar por la injerencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el Poder Legislativo, que se saldó con decenas de heridos por los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
La jefa de la diplomacia venezolana ha difundido un vídeo en las redes sociales en el que muestra a los manifestantes increpando a los agentes y lanzando piedras, así cómo barricadas incendiadas y mobiliario público destrozado. "¡Almagro, ésta es la manifestación pacífica que defiendes! ¡Basta de mentir!", ha espetado.
Almagro condenó la "brutal represión" por parte de las fuerzas de seguridad en la manifestación opositora en Caracas y sostuvo que se trata de "una violación adicional a los derechos civiles y políticos de la población". El ex canciller uruguayo ha considerado "absolutamente inadmisible" el "desenfreno autoritario" del Gobierno de Nicolás Maduro.
CRISIS INSTITUCIONAL
El TSJ ratificó la semana pasada que la Asamblea Nacional estaba en "desacato", advirtió a los diputados de que, en consecuencia, cualquier acto que realizarán estaba exento de la protección que concede la inmunidad parlamentaria y asumió las competencias de la sede legislativa hasta nuevo aviso.
El Parlamento denunció un "golpe de Estado" por parte del Gobierno de Maduro e incluso la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, --una fiel 'chavista'-- advirtió de que dicho fallos suponen una "ruptura del orden constitucional". En la misma línea, los países regionales y la OEA expresaron su preocupación por lo que consideraron una vulneración de los principios democráticos.
En un principio, el Gobierno se limitó a emitir un comunicado en el que denunció una "arremetida" de "la derecha intolerante y pro imperialista dirigida" por Estados Unidos para "atentar contra el Estado de Derecho" a través de "falsedades e ignominias", pero finalmente convocó al Consejo de Defensa Nacional, que ordenó al TSJ dar marcha atrás.
El TSJ ha cumplido las órdenes del Palacio de Miraflores y ha emitido dos "aclaraciones" que devuelven sus poderes a la Asamblea Nacional y la inmunidad a los diputados, con lo que Maduro ha dado por superado este "impasse en los poderes públicos". Sin embargo, para los críticos esta sucesión de hechos confirma que el Gobierno controla las demás instituciones venezolanas.