CIUDAD DE MÉXICO, 6 Abr. (Reuters/EP) -
La caravana de inmigrantes centroamericanos que se celebra todos los años desde 2010 para llamar la atención sobre el flujo de personas hacia Estados Unidos se ha debilitado esta semana a su paso por México, tras las amenazas del presidente norteamericano, Donald Trump.
El llamado 'Viacrucis del Migrante', que organiza la ONG Pueblo Sin Fronteras, arrancó a final de marzo en Guatemala y ha llegado a tener hasta 1.500 personas, la mayoría hondureños, pero ahora apenas suman 800.
"La caravana se ha diluido bastante", ha dicho Irineo Mujica, representante de Pueblo sin Fronteras, a la emisora mexicana Radio Fórmula.
Los inmigrantes han partido este viernes desde Veracruz a Ciudad de México, donde pretenden llevar a cabo una agenda de protestas.
Trump publicó el martes una serie de 'tuits' en los que amenazó a México con dinamitar las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA o TLCAN) y con cortar "la ayuda exterior a Honduras y a los países que permitan" que la caravana continúe. Ya el miércoles, ordenó desplegar a la Guardia Nacional en la frontera.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto ha contestado que "México no promueve la migración irregular" y ha reclamado a Trump que ponga fin a sus "acciones amenazantes" para dar paso a un diálogo "constructivo" sobre el NAFTA y otro temas de interés común.
Por su parte, el portavoz de la Presidencia de Honduras, Ebal Díaz, ha expresado la "indignación" del Gobierno por lo que considera "una alusión injusta" a la nación centroamericana. "Honduras seguirá trabajando y creciendo con o sin el apoyo del presidente Trump", ha aseverado.