El cardenal italiano acusado de corrupción se defiende

Actualizado: lunes, 21 junio 2010 21:22


ROMA, 21 Jun. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -

El cardenal Crescenzio Sepe se ha defendido este lunes de las acusaciones de corrupción agravada que le imputan las autoridades judiciales italianas y aseguró que siempre ha actuado "en conciencia" y "teniendo como único objetivo el bien de la Iglesia", según declaró durante una rueda de prensa.

Sepe, que actualmente está al frente del arzobispado de Nápoles (sur de Italia), dirigió la Congregación para la Evangelización de los Pueblos entre los años 2001 y 2006, periodo en el que, según la Justicia italiana, habrían tenido lugar los actos de corrupción por los que se le está investigando.

Después de que este fin de semana los medios de comunicación divulgaran la noticia de su implicación formal en el caso, Sepe compareció esta mañana ante los medios de comunicación, ante quienes aseguró que "los balances" de la Congregación "fueron puntualmente aprobados" por el Vaticano. Tanto es así, según añadió el cardenal, que la Secretaría de Estado mandó una carta al final de su mandato como prefecto en la que quiso "expresar su aprecio y estima por la gestión administrativa".

Por lo demás, aseguró haber actuado siempre "en conciencia, teniendo como único objetivo el bien de la Iglesia". "Lo he hecho todo con la máxima transparencia", agregó, al tiempo que señaló que, entre otras cosas, que venta a Lunardi de un edificio de la Congregación había sido poco costosa a causa del estado "precario y viejo" en que se encontraba el inmueble.

La defensa del cardenal, por su parte, afirmó que éste podría ser interrogado esta misma semana, aunque todavía se desconoce el modo en que el alto rango que ocupa dentro de la Jerarquía eclesiástica incidirá en el procedimiento.

De hecho, aun asegurando que el purpurado cooperará con los investigadores, el Vaticano matizó ayer que el proceso deberá llevarse a cabo de modo adecuado y teniendo en cuenta que el Vaticano es un Estado soberano.

En concreto, Sepe estaría acusado de haber obtenido favores a cambio de la cesión a precio rebajado de algunos edificios pertenecientes a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, antiguamente llamada Propaganda Fide.

El caso se enmarca en la más vasta trama de corrupción relacionada con las obras públicas realizadas con ocasión de grandes eventos, tales como la cumbre del G-8 que debería haberse celebrado en 2009 en la isla de la Magdalena, entre otros.

Uno de los episodios investigados es la cesión al jefe de la Protección Civil italiana, Guido Bertolaso, de un apartamento ubicado en el centro de Roma y perteneciente a la Congregación vaticana involucrada.

En otra ocasión, Sepe habría vendido otro edificio de la Congregación por un precio inferior al de mercado al ex ministro de Infraestructuras y Transportes Pietro Lunardi. Meses después, cuando éste último ocupaba ya el cargo de ministro, el Gobierno aprobó un decreto para destinar importantes fondos públicos a la restauración de iglesias, incluida la sede central de la Congregación, que data del siglo XVI y está situada en la Plaza de España de Roma.

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