La Casa Blanca asegura que Trump y McConnell continúan "unidos" a pesar de los encontronazos

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, continúan "unidos" a pesar de las críticas proferidas por el magnate contra el senador durante los últimos meses, según ha informado este miércoles la Casa Blanca en un comunicado.

Trump y McConnell "permanecen unidos y comparten muchas prioridades, como la bajada de los impuestos a la clase media, el aumento del presupuesto en Defensa o la construcción de un muro en la frontera con México", señala el documento.

Según la Administración Trump, ambos se reunirán para debatir diferentes cuestiones de prioridad nacional con miembros del Gobierno y líderes del Congreso. "La Casa Blanca y los líderes de las cámaras están en contacto en relación con estos encuentros", ha indicado la Casa Blanca.

"El presidente y yo, así como nuestros respectivos equipos, han continuado en contacto de forma regular para hablar sobre nuestros objetivos en común", ha aseverado McConnell ante la idea extendida de que la relación entre ambos se ha enfriado significativamente tras diferentes encontronazos.

McConnell ha reiterado que apoya la reforma del sistema fiscal, la aprobación de nueva legislación en materia militar y la puesta en marcha de una nueva estrategia en el marco de la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico.

"Tenemos mucho trabajo por delante y estamos comprometidos a continuar con nuestra agenda en común. Cualquiera que sugiera lo contrario claramente no forma parte de la conversación", ha añadido.

El senador ha emitido un comunicado después de que varios medios de comunicación alertaran de la falta de contacto entre los mandatarios.

A principios de agosto, Trump sugirió que pediría la dimisión de McConnell si no se aprobaban algunas de las grandes leyes promovidas por el mandatario, entre ellas la nueva reforma sanitaria.

Según el diario 'New York Times', McConnell y Trump se encuentran inmersos en una "guerra fría", especialmente después de la conversación telefónica que mantuvieron el 9 de agosto, la cual estuvo protagonizada por gritos y "salidas de tono".