WASHINGTON, 28 Ago. (Reuters/EP) -
La Casa Blanca ha expresado este viernes su confianza en que el acuerdo nuclear con Irán sobrevivirá al debate que arrancará el próximo mes de septiembre en el Congreso para dejarlo sin efecto en Estados Unidos.
"Estamos consiguiendo algunos apoyos", ha dicho el portavoz gubernamental Josh Earnest en la rueda de prensa diaria, aludiendo a los 30 senadores que han anunciado públicamente que respaldarán el acuerdo nuclear.
El Parlamento norteamericano se reunirá el 17 de septiembre, aproximadamente una semana después de que comience el debate de la "resolución de desaprobación" del pacto con Teherán, planteada por la bancada republicana.
Si el Gobierno de Barack Obama acaba con 34 senadores a favor, los republicanos tendrán imposible obtener los 60 votos que necesitan para sacar adelante la resolución. Si el presidente no alcanza ese número, a los republicanos les bastaría con 51 votos a favor --en una cámara que controlan-- para aprobar la resolución.
En la Cámara de Representantes, en cambio, no existe tal condición y la resolución republicana será aprobada sin problemas por mayoría simple, ya que el GOP cuenta con 246 escaños de los 435 que componen el hemiciclo.
En el hipotético caso de que ambas cámaras aprueben el texto, llegará al despacho de Obama, que ha prometido vetarla haciendo uso de su poder ejecutivo. Hay que tener en cuenta que fue Obama quien dio la oportunidad al Congreso de opinar sobre el acuerdo con Irán.
Los oponentes pueden intentar revertir el veto de Obama, para lo que es necesario una mayoría de dos tercios en cada cámara. Es ahí donde vuelven a entrar en juego los senadores que Obama está intentando conquistar y 34 vuelve a ser la cifra clave.
Más complicado para los republicanos sería obtener la cancelación del veto en la Cámara de Representantes: aunque votaran unánimemente a favor, necesitarían el apoyo de otros 44 senadores demócratas. No obstante, una sola cancelación del veto presidencial daría por anulado el acuerdo.
El 14 de julio Irán y el Grupo 5+1 --formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China-- llegaron a un acuerdo para limitar el desarrollo del programa nuclear persa a cambio de la retirada progresiva de las sanciones internacionales.
Con las restricciones impuestas a la industria atómica iraní, Occidente despejará sus dudas sobre la naturaleza militar de la misma, algo que el régimen de los ayatolás siempre ha negado, insistiendo en que tiene fines pacíficos, como la producción energética.