MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Casa Blanca ha asegurado este lunes estar preparada para "ofrecer asistencia" a Rusia en las investigaciones de la explosión registrada durante la jornada en el metro de la localidad de San Petersburgo, que ha dejado once muertos y 45 heridos.
"Estados Unidos está preparado para ofrecer a Rusia la asistencia que pueda necesitar a la hora de investigar este crimen", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
En su rueda de prensa diaria, Spicer ha condenado el ataque, expresando sus "más profundas condolencias a los seres queridos de aquellos que han muerto o han resultado heridos".
"Ataques como este contra ciudadanos de a pie nos recuerdan que el mundo debe trabajar unido para combatir la violencia en todas sus formas", ha remachado.
La Presidencia rusa ha advertido que aún es pronto para decir con certeza que el suceso es un atentado terrorista, aunque ha reconocido que todos los indicios apuntan en esa dirección.
"Tenemos todos los indicios de un atentado, pero la investigación debe considerar absolutamente todas las hipótesis", ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Sin embargo, las autoridades habían empleado durante la jornada la expresión de atentado terrorista para referirse a lo ocurrido. Desde el propio Ministerio Público se había hablado ya de "ataque terrorista", si bien en todos los casos subrayaban que no se descartan otras hipótesis.
Peskov ha destacado por otra parte que el presidente ruso, Vladimir Putin, está siendo informado "prácticamente minuto a minuto" por los servicios de seguridad y los órganos de investigación sobre el avance de las pesquisas. "Con toda seguridad, mañana continuará recibiendo estas informaciones", ha apuntado.
Precisamente Putin ha presentado una ofrenda floral a la entrada de la estación de metro del Instituto de Tecnología donde este lunes se produjo la explosión. Anteriormente, participó en una reunión en la sede del Servicio Federal de Seguridad en San Petersburgo para abordar lo ocurrido.
Por otra parte, el gobernador de San Petersburgo, Gueorgui Poltávchenko, ha decretado tres días de luto en la ciudad tras la explosión.