WASHINGTON 20 Oct. (Reuters/EP) -
La Casa Blanca ha negado que haya recibido un aviso "oficial" por parte del Gobierno de Filipinas sobre una posible revisión de las relaciones bilaterales, a pesar del anuncio público realizado este jueves por el presidente filipino, Rodrigo Duterte.
"Anuncio mi separación de Estados Unidos, tanto militar como también económica", ha afirmado Duterte, durante un acto en Pekín en el que se ha mostrado más cercano a las políticas llevadas a cabo por los gobiernos de China y Rusia.
El portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz, ha recordado que la alianza entre los dos países tiene "70 años de historia" e implica no sólo los vínculos entre pueblos, sino también "una larga lista de preocupaciones comunes en materia de seguridad".
"No hemos recibido ninguna petición de autoridades filipinas para alterar alguno de los muchos asuntos en los que cooperamos", ha aclarado Schultz.
El anuncio de Duterte es la culminación de meses de retórica anti-estadounidense que ha incluido incluso insultos al presidente norteamericano, Barack Obama, después de que éste criticara la ofensiva contra las drogas lanzada por el presidente filipino en la que han muerto miles de personas.