MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La Casa Blanca tiene previsto revelar este martes su presupuesto para 2018, de 4,1 billones de dólares, una propuesta con la que el presidente pedirá al Congreso un importante recorte en diferentes programas sanitarios, entre ellos en investigación médica, prevención de enfermedades y seguro sanitario para los hijos de las clases trabajadoras con menos recursos.
El texto al completo se conocerá el martes por la mañana. No obstante, la Administración de Donald Trump ha publicado un extracto de los presupuestos destinados al departamento de Sanidad y Servicios Humanos a última hora del lunes.
A pesar de que éste ha sido eliminado, todavía puede consultarse en Internet. El diario 'The Washington Post', entre otros, ha publicado en su página web el documento publicado (http://apps.washingtonpost.com/g/documents/politics/fy-2018-...).
De él se extrae que el Instituto Nacional contra el Cáncer podría sufrir un recorte de unos 1.000 millones de dólares, en comparación con los presupuestos del año anterior. Por su parte, el Instituto de Corazón, Pulmón y Sangre vería reducida su partida en 575 millones, mientras que la financiación para Alergología y Enfermedades Infecciosas caería en 838 millones.
El Gobierno de Trump, comprometido desde su campaña a retirar el denominado 'Obamacare', buscará recortar el presupuesto destinado a Sanidad de los 31.800 millones del anterior a los 26.000 millones.
La publicación de los presupuestos coincidirá con un momento en el que el presidente se encuentra fuera del país, ya que se encuentra en su primera gira internacional.
En el plan completo de presupuestos, bajo el título de 'Nueva Fundación para la Grandeza de Estados Unidos', Trump tratará de llevar la deuda a "su nivel más bajo desde 2010", iniciará la ya anunciada "reconstrucción de las Fuerzas Armadas" y destinará más fondos a la seguridad en la frontera y a la defensa del país.
La propuesta de los presupuestos pedirá, además, recortes en la asistencia alimentaria y el MedicAid, entre otros programas para reducir la pobreza; y también un recorte de un 20 por ciento al Programa de Seguro Sanitario para Niños (CHIP, por sus siglas en inglés), que ofrece ciertos beneficios para los hijos de trabajadores con menos recursos.