Actualizado: lunes, 20 julio 2015 18:44


GINEBRA, 20 Jul. (Reuters/EP) -

Casi 20 millones de personas se han visto forzadas a dejar sus hogares por inundaciones, tormentas y terremotos en 2014, un problema que es probable que empeore debido al cambio climático, pero que podría desaparecer con mejores construcciones, según un informe publicado este lunes por el Consejo Noruego para Refugiados (NRC, en sus siglas en inglés).

Asia es particularmente propenso a los desastres naturales, contando con casi el 90 por ciento de los 19,3 millones de desplazados en 2014, entre los que destacan los tifones en China y Filipinas y las inundaciones en India, según el organismo.

"Los desplazamientos relacionados con desastres naturales están aumentado y amenazan con empeorar en las próximas décadas", ha advertido el director del Observatorio de Desplazamiento Interno del NRC, Alfredo Zamudio, en una rueda de prensa.

Desde 2008, una media de 26,5 millones de personas al año han sido desplazadas por desastres, según el informe, y aunque las cifras de 2014 son más bajas, el NRC ha explicado que hay una tendencia al alza a largo plazo.

"Nuestros análisis históricos revelan que hoy hay más de un 60 por ciento de probabilidad de ser desplazado por desastres que en 1970", ha dicho Zamudio. "Se espera que el cambio climático juegue un importante papel en el futuro al incrementar la frecuencia y la intensidad de tales peligros", ha añadido.

CLIMA EXTREMO

Expertos científicos de la ONU han dicho que las emisiones de gases efecto invernadero están alcanzando extremos como olas de calor y fuertes lluvias. Además, otros sucesos derivados de un clima extremo, como el rápido crecimiento y la pobre construcción de asentamientos en zonas vulnerables a los desastres nucleares, están poniendo en riesgo a más personas, ha asegurado Zamudio, citando lugares cerca de ciudades como México DF, Bombay, Karachi y Puerto Príncipe.

El clima extremo ha golpeado Haití y Cuba con diferentes resultados. Más de 300.000 personas murieron en el terremoto de 2010 en Haití, donde aún viven 60.000 ciudadanos en tiendas, ha dicho el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), William Lacy Swing, quien colaboró en la elaboración del informe.

"Cuba está extremadamente bien preparada para los desastres: huracanes, tifones, cualquier desastre que ocurra. Tienen un sistema de refugios, un sistema de educación. Todos saben qué deben hacer cuando se produce un desastre", ha añadido.

Sin embargo, esto no es algo que se limite a los países pobres. "El peor caso lo encontramos en Japón, donde algunas de las 230.000 personas continúan aún desplazadas por el terremoto de Tohoki y el tsunami de 2011, incluidos los miles de desplazados de la zona alrededor de la dañada planta nuclear de Fukushima", ha afirmado Zamudio. Asimismo, más de 50.000 estadounidenses todavía necesitan ayuda para la vivienda tras el huracán Sandy de 2012, ha continuado.

La gran mayoría de las personas que huyeron de los desastres de su propio país, todavía tienen que enfrentarse a "un emergente sentimiento antiinmigración, particularmente en el mundo desarrollado", ha dicho Swing.

"Esto lo único que consigue es aumentar que el número de personas que se desplazan, en muchos casos sin la documentación necesaria, sean objeto de criminalización, de ser enviadas forzosamente a sus hogares, o de lo contrario, de ser deportadas", ha añadido. "No es si no una complicación más y la exacerbación de este fenómeno global de la inmigración en nuestros días", ha concluido.

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