MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Acción contra el Hambre (ACH) ha denunciado este jueves que casi 30.000 refugiados sirios asentados en la ciudad de Arsal, en Líbano, soportan condiciones climáticas extremas este invierno.
Las familias de los asentamientos informales viven en estructuras de madera contrachapada y láminas de plástico que no son aptas para condiciones climáticas duras y extremas después de que, en mayo, se vieran obligados a cumplir una orden del Consejo Superior de Defensa de Líbano y desmantelaran las estructuras de protección que habían construido.
En este contexto, las condiciones meteorológicas este invierno en Líbano siguen siendo "extremadamente duras", con temperaturas que descienden por debajo de los cinco grados centígrados y que llegan a los 10 bajo cero por la noche.
Por ello, los refugiados sirios están quemando plástico, nailon y basura para mantenerse calientes, lo que está deteriorando sus condiciones de salud.
Se esperan carreteras heladas durante toda la próxima semana, lo que podría poner en peligro el movimiento de los residentes y su acceso a los servicios esenciales, ha precisado ACH, que ya ha distribuido más de 10 toneladas de sal para bajar los puntos de congelación de la nieve y el hielo.
Un total de 7.000 personas refugiadas ya han recibido la ayuda de emergencia de Acción contra el Hambre. "Es urgente enviar medios y ayuda de inmediato para dotar de kits de emergencia a las personas más vulnerables", ha reclamado la organización.