Refugiados nigerianos
PLAN INTERNACIONAL
Actualizado: lunes, 7 septiembre 2015 14:54


MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

Casi 50 millones de niños en edad escolar primaria y secundaria básica no van al colegio en los países afectados por conflictos, de los que el 55 por ciento son niñas, según ha denunciado la ONG comprometida con los derechos de la infancia Plan Internacional.

Coincidiendo con el comienzo del curso escolar y en un momento en el que miles de niños y niñas huyen de conflictos en todo el mundo, la organización ha llamado la atención sobre el hecho de esta falta de escolarización en las crisis, sean económicas, sanitarias, como la provocada por el ébola, o conflictos como los de Siria y Nigeria.

Alrededor de un millón de niños y niñas afectados por los terremotos de Nepal, más de 70.000 niños y niñas de Burundi refugiados en Ruanda y Tanzania tras el estallido de violencia en su país, cerca de 1,7 millones de menores de edad afectados por el conflicto en Sudán del Sur y más de un millón de niños y niñas que han huido de República Centroafricana no tienen acceso a la educación.

"Hay 62 millones de niñas que no van al colegio en todo el mundo, por razones de pobreza, violencia o discriminación, a las que se suman catástrofes y situaciones de conflicto", ha resaltado la directora general de Plan Internacional en España, Concha López. "Los niños y niñas afectados por los conflictos corren el riesgo de perder años de educación, por lo que es necesario y urgente que se habiliten mecanismos de educación no formal que permitan que estos niños y niñas no pierdan su formación", ha reclamado.

Plan Internacional trabaja para crear espacios de educación no formal en situaciones de emergencia, a través de sus Espacios Amigos de la Infancia y Centros Temporales de Enseñanza, para que los menores en edad escolar puedan recibir protección y formación en estas situaciones.

La ONG recomienda que los Objetivos de Desarrollo Sostenible prioricen la educación en situaciones de emergencia y conflicto, ya que las escuelas representan un espacio seguro y de protección para los menores de edad, especialmente para las niñas, las más vulnerables a la violencia, la explotación sexual o el matrimonio infantil.

Asimismo, aconseja la inclusión de indicadores que midan la seguridad en las escuelas para garantizar que la educación no se interrumpa durante los desastres y que, además, contribuya a fomentar la resiliencia, la consolidación de la paz y la mitigación de los efectos del cambio climático.

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