Casi un centenar de personas, la mayoría niños, se han muerto de hambre desde principios de año
MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Al menos el 47 por ciento de los niños menores de cinco años en la provincia congoleña de Ituri, en el norte de República Democrática del Congo, padecen malnutrición crónica en medio de la ola de violencia causada por las milicias armadas que operan en la zona.
Según un informe del Programa Nacional sobre Nutrición, un cinco por ciento de los niños padece malnutrición aguda y corren peligro de muerte, de acuerdo con la directora del organismo, Béatrice Kalenga, durante una rueda de prensa este pasado jueves en la capital del estado, Bunia.
El vicegobernador de la provincia, Raus Chalwe, ha añadido por su parte que la restauración de la paz en el territorio es prioritaria para abordar la crisis nutricional que atraviesa la población de una provincia donde cerca de un centenar de personas se han muerto de hambre desde principios de 2023 en particular en el territorio de Djugu, recoge Radio Okapi.
Cabe recordar que cuatro de los principales grupos armados de Ituri, entre ellos milicias tan temibles como la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO), acordaron a principios de este mes un acuerdo de alto el fuego con vistas a la creación de una hoja de ruta para un cese definitivo de las hostilidades en un lugar que lleva casi dos años bajo estado de excepción.
Las cuatro milicias --CODECO, el Frente de Resistencia Patriótica de Ituri (FRPI), el Frente Patriótico e Integracionista de Congo (FPIC) y el Movimiento de Autodefensa Popular de Ituri (MAPI)-- se comprometen a cesar las hostilidades contra el Ejército congoleño así como los ataques contra la población civil, así como "promover el retorno de los desplazados y refugiados a sus lugares de origen, no portar armas ni ningún indicio militar y no ceder más a toda influencia, manipulación encaminada a desbaratar la paz, la seguridad y cohesión social en Ituri".
Las milicias y el resto de firmantes también se comprometen a "materializar" el llamado Programa de Desarme, Desmovilización, Estabilización y Recuperación Comunitaria para garantizar la reintegración de los milicianos en la sociedad civil y a tomar las medidas necesarias para que la violencia no se reproduzca a nivel comunitario.