GINEBRA, 5 Sep. (Reuters/EP) -
Más de 600.000 personas han enfermado y más de 2.000 han perdido la vida como consecuencia del brote de cólera que sufre Yemen desde el pasado mes de abril y que, a pesar de la ralentización en la aparición de nuevo casos a nivel global, sigue dejando importantes repuntes en determinadas zonas del país.
El último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Ministerio de Sanidad yemení cifra en 612.703 el número total de enfermos y en 2.048 el de fallecidos. La cifra de nuevos casos ha caído a unos 3.000 diarios, pero algunos datos contradicen la tendencia.
De hecho, hasta ahora los expertos no han logrado acertar en el alcance que podría tener la epidemia, ya que poco después de su inicio, la OMS pronosticó que, en el peor escenario, la cifra de enfermos habría alcanzado los 300.000 en seis meses. A finales de junio, la organización esperaba que, con 218.000 casos, se hubiese alcanzado ya la mitad del brote.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, ha advertido de que en las áreas más afectadas, como la ciudad de Saná o las regiones de Hajá y Amran, el número de nuevos enfermos ha caído, pero en cambio ha habido un "repentino y significativo incremento" en doce distritos, en las regiones de Hodeida, Al Jawf, Al Mahwit, Ibb, Dhamar, Al Bayda y Adén.
"La OMS investiga actualmente la razón de este incremento. Un aspecto clave de la investigación será determinar si los números son precisos y si el repunte de los casos sospechosos se debe al cólera o a otra enfermedad diarreica como el rotavirus", ha apuntado Jasaveric.