MADRID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha condenado este miércoles los ataques ejecutados por la rama de Al Qaeda en el Sahel contra varias instalaciones militares en la capital de Malí, Bamako, que se han saldado con un número no especificado de víctimas.
El organismo ha mostrado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X su "preocupación" por "las informaciones sobre ataques yihadistas" en Bamako y ha trasladado sus "sinceras condolencias" a las autoridades y la población de Malí, así como a los familiares de las víctimas.
"Reafirmamos nuestra firme condena de todo ataque terrorista que amenace la paz y la seguridad de la población de la región occidental africana", ha dicho, antes de mostrar su compromiso con "toda iniciativa destinada a la paz, la seguridad y la estabilidad en la subregión".
La autoría de los ataques fue reclamada por el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM), que aseguró que se han saldado con "grandes pérdidas", sin que las autoridades se hayan pronunciado por ahora sobre posibles víctimas. Los principales objetivos atacados son la Escuela de la Gendarmería en Faladié y el campamento militar de Senou, situado cerca del aeropuerto de Bamako y en el que están desplegados mercenarios de Africa Corps --anteriormente conocido como Grupo Wagner--.
El ataque es el primero de gran envergadura contra Bamako desde noviembre de 2015, cuando 20 personas murieron durante asalto por parte de Al Murabitún --vinculado a Al Qaeda-- en un hotel. Sin embargo, una base militar situada a unos 15 kilómetros de la capital fue objetivo en julio de 2022, un ataque perpetrado por JNIM. En las instalaciones residía el líder de la junta, Assimi Goita, por lo que fue considerado un golpe relevante, en medio de la aproximación de los ataques yihadistas a la capital.
El país africano se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar instaurada tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Goita, actual presidente de transición, que ha protagonizado un acercamiento con Rusia mientras se ha distanciado tanto de Francia como de los gobiernos occidentales, incluida su salida en enero --junto a Burkina Faso y Níger-- de las filas de la CEDEAO.