MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Estado Islámico ha ido imponiendo férreas normas en los territorios bajo su control tanto en Irak como en Siria y los periodistas no han quedado al margen de las mismas: la censura previa, la lealtad al líder del grupo yihadista y no trabajar para cadenas como Al Yazira o Al Arabiya son solo algunas de ellas.
Según ha relatado al portal 'Syria Deeply' un periodista de Deir al Zor, en el norte de Siria, la mayoría de los reporteros han huído desde que Estado Islámico se hizo con el control de buena parte de esta provincia, pero algunos como él, optaron por quedarse para contar la realidad de lo que está ocurriendo bajo el régimen impuesto por el grupo yihadista.
Amer ha explicado que a los pocos periodistas independientes que quedaban les convocaron a una reunión en la que los responsables de medios de Estado Islámico les informaron de cómo deberían trabajar a partir de entonces.
Durante este encuentro, se les presentó un listado de condiciones no negociables que deberían aceptar "aquellos que quisieran seguir trabajando en la provincia", algo que algunos de ellos hicieron, mientras que el resto optó por huir de Deir al Zor.
La primera de ellas es que "deben jurar lealtad al califa (Abu Bakr) Al Baghdadi (el líder de Estado Islámico)" y se les considera "súbditos de Estado Islámico". Su trabajo estará "bajo la supervisión exclusiva de las oficinas de medios" del grupo yihadista, al que deberán solicitar una "licencia" para poder realizar su trabajo.
NO TRABAJAR CON AL YAZIRA Y AL ARABIYA
Los periodistas locales podrán trabajar con las agencias de noticias internacionales, como Reuters, AFP o AP, pero tienen prohibido trabajar con las cadenas de televisión vía satélite, especialmente con las incluidas en la "lista negra de canales que luchan contra los países islámicos, como Al Arabiya o Al Yazira".
En concreto, tienen prohibido "entregar cualquier material exclusivo o tener contactos con ellos" de ningún tipo. De incumplir estas normas, aclara el texto recogido por 'Syria Deeply', los infractores "deberán rendir cuentas", si bien no se aclara el posible castigo que recibirán.
Los periodistas podrán cubrir los acontecimientos en la provincia tanto por escrito como con fotografías sin tener que informar a la oficina de medios de Estado Islámico, siempre y cuando la información vaya identificada con los nombres del periodista y el fotógrafo.
En los casos de los reportajes, tanto impresos como de televisión, deberá notificarse primero a la oficina de medios. Tampoco se podrán tomar fotos o imágenes en lugares de seguridad en las zonas bajo control del grupo yihadista.
REDES SOCIALES
Por otra parte, los periodistas podrán tener cuentas en las redes sociales o sus propios blogs para difundir sus noticias y fotos, pero la oficina de medios de Estado Islámico deberá conocer las direcciones y los nombres de quienes las gestionan.
Las oficinas de medios de Estado Islámico harán un seguimiento del trabajo de los periodistas y "cualquier violación de las normas en vigor llevará a la suspensión del periodista de su trabajo y a la rendición de cuentas".
Las normas, remacha el documento, "no son definitivas y podrían cambiar en cualquier momento en función de las circunstancias y el grado de cooperación de los reporteros".
Maher, un activista de la libertad de prensa que ha tenido que huir de Deir al Zor, también ha confirmado en su perfil de Facebook que los periodistas se han convertido "en el enemigo número uno del Estado Islámico" al exponer los abusos que sus combatientes están llevando a cabo en las zonas bajo su control.
No obstante, ha equiparado la censura que está ejerciendo el grupo yihadista con la que ya ejercía el régimen de Bashar al Assad en Siria. "El régimen ha detenido, encarcelado y torturado a muchos en sus prisiones, muchos de los cuales murieron como consecuencia de ello. Era frecuente que un activista fuera detenido una o dos veces y luego liberado durante unos meses", ha recordado.
"Sin embargo, en el caso de Estado Islámico, los activistas son considerados infieles y son condenados a muerte, crucificados, simplemente porque se oponen a las políticas de Estado Islámico", ha reconocido.