MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El conservador Partido Nacional ha ganado las elecciones legislativas celebradas este sábado en Nueva Zelanda con un 46,2 por ciento de los votos, según resultados oficiales correspondientes al 95,1 por ciento del escrutinio. Sin embargo, esta victoria no se traducirá previsiblemente en una mayoría absoluta, por lo que podría tener que pactar con el populista Partido Nueva Zelanda Primero (7,5 por ciento).
Por detrás del gobernante Partido Nacional ha quedado el Partido Laborista (35,7 por ciento), seguido del Partido Verde (5,8 por ciento), según resultados de la Comisión Electoral. Estos porcentajes depararían un Parlamento con 58 asientos conservadores, 45 laboristas, 9 del Partido Nueva Zelanda Primero, 7 del Partido Verde y uno del partido conservador-liberal ACT.
La líder laborista, Jacinda Ardern, ha declarado ya que por el momento no hay previstos contactos con los populistas del Partido Nueva Zelanda Primero. "No tengo prevista ninguna conversación aún", ha declarado en la tarde del sábado al salir de su casa de camino a la sede del partido.
Desde el Partido Nueva Zelanda Primero, su líder, Winston Peters, ha destacado que serán ellos quienes decidirán quien gobierna y ha asegurado que no se apresurarán en tomar una decisión sobre si apoyarán o no al Partido Nacional, que lleva nueve años en el poder.
Los "votos especiales", que incluyen las papeletas de los neozelandeses que se encuentran en el extranjero y aquellos que votan fuera de sus circunscripciones se darán a conocer el próximo 7 de octubre, por lo que el resultado final podría variar dada la gran diáspora de Nueva Zelanda. En las elecciones de 2014 representaron alrededor del 12 por ciento de los votos.
Nueva Zelanda utiliza un sistema de representación proporcional al estilo alemán en el que un partido o una combinación de partidos necesita 61 de los 120 miembros del Parlamento, normalmente el 48 por ciento de los votos, para formar un gobierno. Esto significa que los partidos más pequeños juegan a menudo un papel influyente en la determinación de qué partido principal gobierna.