SAN JOSÉ 21 Nov. (Reuters/EP) -
Los países de Centroamérica junto con Colombia, Cuba, Ecuador y México discutirán la próxima semana cómo lidiar con el masivo flujo de cubanos varados en la frontera norte de Costa Rica, después de que la vecina Nicaragua se negara a dejarlos pasar, generando la peor crisis migratoria desde la década de 1980.
Cancilleres y diplomáticos se reunirán el martes en El Salvador para decidir el futuro inmediato de unos 2.500 cubanos, según cifras oficiales, que el viernes se aglomeraban en el paso fronterizo de Peñas Blancas después de que Managua les denegara el acceso al país en su ruta hacia Estados Unidos.
Sin embargo, los ánimos llegan caldeados después de que Nicaragua acusara de "arrogancia y prepotencia" al país vecino al que responsabiliza de la tensa situación, generada después de que las autoridades costarricenses desmantelaran una banda de tráfico de personas que dejó varados a cientos de migrantes irregulares.
"Es un número sin precedentes en este país", ha dicho este viernes el presidente costarricense, Luis Guillermo Solís. "Queremos que estas personas lleguen a su destino lo antes posible (...) pero no vamos a suspender nuestra política de lucha contra el tráfico de personas", ha agregado.
El gran ausente en la cita será Estados Unidos, destino de la avalancha de cubanos que teme que el reciente deshielo entre La Habana y Washington sea el preludio del fin de sus privilegios migratorios bajo la Ley de Ajuste Cubano de 1996, que solo se aplica cuando ponen pie en suelo estadounidense.
"Esto debe ser abordado integralmente en este pasillo que viene desde Ecuador hasta México", ha respondido el canciller costarricense, Manuel González, en un encuentro con agencias celebrado este jueves. "(Mientras) claro que siguen llegando", ha advertido, pidiendo no politizar la cumbre con temas bilaterales.
EN BUSCA DEL "SUEÑO AMERICANO"
La cifra de los isleños que buscan llegar al "sueño americano" se disparó un 80 por ciento interanual a septiembre de 2015 hasta casi 27.300 cubanos, dos tercios de los cuales tomaron la larga ruta centroamericana en vez de arriesgarse a ser deportados si son detectados en el estrecho de Florida.
Las autoridades costarricenses avisan de que la cifra de cubanos ingresando al país desde Panamá sigue subiendo y tan solo en los últimos tres días se sumaron casi 500 más, aunque hasta el momento han sido capaces de atender a un gran número en refugios con la ayuda de Cruz Roja.
Muchos optarán por contratar los servicios de "coyotes" para que los pasen clandestinamente en su denodado esfuerzo por llegar a Estados Unidos, después de que esta semana el Ejército nicaragüense les cerrara el paso con gases lacrimógenos.
"Algunos serán visibles y los atenderemos como corresponde. Pero otros siguen siendo manejados por estas redes (criminales) y por eso no podemos saber la magnitud total (de la crisis)", ha asegurado el canciller González.