Edificios destruidos en Duma, cerca de Damasco
BASSAM KHABIEH/REUTERS
Actualizado: jueves, 2 febrero 2017 6:52


MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Observatorio por los Derechos Humanos en Siria ha cifrado este miércoles en 2.001 los muertos en el país árabe durante el mes de enero, resaltando que es la cifra más baja en los últimos cuatro años.

El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha indicado en su comunicado que, del total de víctimas mortales, 645 son civiles, entre ellos 138 menores de edad.

Así, ha detallado que 180 civiles, entre ellos 53 menores, han muerto en bombardeos de los ejércitos de Siria y Rusia, mientras que 81, entre ellos 16 menores, han muerto por ataques con artillería por parte de las fuerzas gubernamentales sirias.

A esta cifra hay que sumar la muerte de 115 civiles, entre ellos 24 menores, por bombardeos de aviones turcos, así como otros 42 civiles, entre ellos seis menores, por bombardeos de la coalición que encabeza Estados Unidos.

El Observatorio ha agregado que otros 26 civiles han sido ejecutados por el grupo yihadista Estado Islámico, mientras que otros 61, entre ellos nueve menores, han muerto en atentados con bomba en el país.

El resto de víctimas civiles se corresponden a disparos de las fuerzas de seguridad turcas en la frontera, ataques con proyectiles de Estado Islámico, torturados en prisiones del Gobierno, ataques de facciones islamistas, ataques de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), y en circunstancias no esclarecidas.

Por otra parte, durante el mes de enero han muerto 180 miembros del Ejército sirio, 199 ciudadanos sirios miembro de los comités populares y otras milicias leales a Damasco, seis combatientes del partido-milicia chií libanés Hezbolá y siete combatientes extranjeros leales al Gobierno.

Por último, hay que sumar la muerte de 586 miembros de Estado Islámico, el Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra--, Jaish al Mohajirin wa al Ansar, el Partido Islámico del Turkestán y otras facciones islamistas.

El Gobierno sirio y los grupos rebeldes acordaron a finales de diciembre un alto el fuego con la mediación de Rusia y Turquía, si bien Estado Islámico y el Frente Fatá al Sham, entre otros grupos, quedaron excluidos del mismo.

El alto el fuego ha sido respetado de forma general, si bien se han registrado combates puntuales en distintos puntos del país, especialmente en el valle de Barada, cerca de Damasco, por el control del suministro de agua a la capital.

El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, anunció el martes que las conversaciones de Ginebra, previstas para el 8 de febrero, quedaban aplazadas hasta el 20 de este mismo mes.

De Mistura explicó que el objetivo es dar una oportunidad a la iniciativa de Astaná, impulsada por Rusia, Turquía e Irán para garantizar el cumplimiento de la tregua.

El trío de mediadores auspició entre el 23 y el 24 de enero en la capital kazaja una conferencia de paz a la que asistieron representantes del Gobierno de Bashar al Assad y la oposición y que concluyó con un acuerdo para crear un mecanismo tripartito que vele por la tregua.

Así, De Mistura indicó que "el 6 de febrero habrá una nueva reunión en Astaná sobre el establecimiento de este mecanismo tripartito" en la que también participará Naciones Unidas.

La ONU había señalado a la cita del 8 de febrero en Ginebra para reanudar el diálogo de paz entre el Gobierno y la oposición, estancado desde hace un año por la escalada militar en Alepo, pero esos tres países se adelantaron y convocaron la conferencia de Astaná.

A pesar de las tensiones que han surgido ante lo que muchos interpretan como un plan de Rusia, Turquía e Irán para asumir las riendas de la crisis siria y desplazar a la ONU, De Mistura ha recalcado que los procesos de Astaná y Ginebra son complementarios.

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