MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 25 grupos armados que operan en el este de República Democrática del Congo (RDC) han expresado su disposición a entregar las armas e iniciar un proceso de desarme y reintegración en la sociedad civil, en el marco de un proceso en marcha en la provincia de Kivu Norte.
El portavoz de este grupo de 24 grupos, Jean-Marie Kakule Liso, de la Unión de Patriotas para la Liberación de Congo (UPLC), ha resaltado que se trata de 16 grupos mai-mai activos en Lubero y ocho que operan en Beni, la mayoría de los cuales se han coaligado de cara a su desmovilización.
Los líderes de estos grupos se han desplazado durante la jornada a Butembo para mantener una reunión con la comisión interprovincial de desarme, desmovilización y reinserción para apoyar este proceso, según ha recogido la emisora congoleña Radio Okapi.
Kakule Liso ha explicado tras el encuentro que estos grupos han aceptado la oferta de desmovilización para intentar restablecer la paz en la región y ha lamentado las malas condiciones de vida que imperan entre los milicianos, por lo que ha pedido acelerar el proceso de reinserción.
Los mai-mai son milicias nacionalistas congoleñas formadas para defender su territorio tribal frente a los numerosos grupos rebeldes activos desde los noventa en la zona este de RDC --algunos de ellos respaldados por Ruanda y Uganda durante las dos guerras del Congo-- y enfrentados por el control de los recursos minerales que existen en la región.
Por su parte, el coordinador de la comisión regional en Kivu Norte, Katembo Lukogho Jacques, ha expresado su confianza en que el proceso arranque próximamente y ha agregado que el presidente del país, Félix Tshisekedi, ha prometido ponerlo en marcha durante su próxima visita a la provincia.
El propio Tshisekedi desveló el 9 de octubre que nombrará un coordinador nacional para un proceso de desmovilización y reinserción de milicianos que abandonen las armas, un día de después de afirmar que "tiende la mano" a los rebeldes.
"En los próximos días nombraré un coordinador nacional de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR) para llevar a cabo esta política bajo mi supervisión", dijo, antes de agregar que "llevará a cabo esta política con las autoridades locales".
"ABIERTO AL DIÁLOGO"
El presidente congoleño había dicho un día antes que está "abierto a un diálogo" para alcanzar acuerdos y poner fin a los diversos conflictos que sacuden RDC. "Estamos dispuestos a dialogar con ellos, a que abandonen estos grupos. A que se unan a nosotros. Vamos a darles trabajo. He decretado la agricultura como la mayor de las prioridades. Vamos a implicarnos", manifestó.
Los ataques han aumentado durante los últimos meses, especialmente en el este y el noreste del país --en las fronteras con Ruanda y Uganda--, por un repunte de las actividades de las milicias mai-mai, las ADF y CODECO, activas sobre todo en las tres citadas provincias.
Ante ello, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, denunció recientemente la "escala masiva" de la violencia sexual vinculada al conflicto en RDC, así como la impunidad de la que disfrutan los responsables de estas violaciones de los Derechos Humanos en el país.
Bachelet hizo hincapié en que "el impacto de los conflictos armados sobre la población de RDC es profundo y creciente", antes de resaltar que "muchos informes apuntan a incidentes que podrían equivaler a crímenes de guerra o crímenes contra la Humanidad".
Por su parte, la representante especial de Naciones Unidas para RDC, Leila Zerrougui, pidió el 7 de octubre el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU a los esfuerzos de la misión para fomentar una postura comunitaria de cara a la reintegración de los antiguos combatientes en el este del país, afectado por un repunte de la violencia durante los últimos meses.
"Es vital que evitemos repetir las experiencias del pasado", sostuvo, en referencia a las amnistías a exmilicianos que eran integrados en las fuerzas de seguridad, lo que provocó que la posibilidad de obtener cargos militares derivara en la formación de grupos armados.
Varios grupos armados controlan partes del este de RDC pese a que la guerra de 1998-2003 concluyera formalmente. El conflicto causó millones de muertos, la mayoría víctimas del hambre y las enfermedades.