ACNUR señala que unas 2.600 personas han huido a República del Congo por la violencia, que deja más de 140 muertos
MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 30.000 personas se han visto desplazadas a causa de los enfrentamientos intercomunitarios registrados desde julio en la localidad de Kwamouth, situada en el oeste de República Democrática del Congo (RDC), según ha indicado este martes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La representante del organismo en el país, Angele Dikongue-Atangana, ha mostrado su "alarma" por "el repunte de la mortal violencia intercomunitaria" en la zona, desencadenada por disputas entre las comunidades teke y yaka sobre la imposición de tasas sobre terrenos agrícolas.
Los enfrentamientos, que se han saldado con más de 140 muertos, incluidos algunos que fueron decapitados, ha dejado hasta ahora cerca de 27.000 desplazados, la mayoría de los cuales son mujeres y niños. Estas personas necesitan "asistencia urgente" en las provincias de Kwilu y Mai-Ndombe.
Asimismo, otras 2.600 personas han huido a la vecina República del Congo tras cruzar el río Congo en canoa, según ACNUR, que ha manifestado que "muchos han quedado separados de sus familias durante su huida".
"Las intensas lluvias han hecho más difícil que los civiles lleguen a lugares seguros y muchas rutas clave han quedado impracticables para vehículos humanitarios que entregan ayuda vital" ha dicho Dikongue-Atangana, que ha resaltado que "las familias siguen traumatizadas por los repentinos y violentos enfrentamientos".
En este sentido, ha desvelado que estas personas han resaltado que "huyeron para salvar la vida y hallaron refugio junto a sus hijos en los bosques de los alrededores". "Muchos dejaron sus granjas y campos y abandonaron sus cultivos en los graneros. Los desplazados siguen sintiéndose vulnerables porque su supervivencia depende de la buena voluntad de otros, incluidas familias de acogida y las autoridades", ha manifestado.
Dikongue-Atangana ha detallado que los desplazados "caminaron durante días antes de llegar a un lugar seguro en Bandundu, capital de la provincia de Kwilu y situada a 245 kilómetros de Kwamouth", si bien ha alertado de que las condiciones de vida "son precarias" y de que los recursos de las familias de acogida "se están agotando rápidamente".
"El Gobierno ha negociado con líderes locales y ha desplegado al Ejército en Kwamouth para restaurar el orden, si bien la situación de seguridad sigue siendo tensa", ha confirmado, antes de añadir que la localidad y varias aldeas de los alrededores se encuentran "parcialmente abandonadas".
De esta forma, ha indicado que "los gobiernos provinciales en Mai-Ndombe y Kwilu han establecido un comité de coordinación de crisis y un plan multisectorial para abordar las necesidades" y ha resaltado que "ACNUR y sus socios están aumentando su apoyo".
En el caso de República del Congo, el organismo "está apoyando a las autoridades en la frontera, incluido el registro de nuevas llegadas y la entrega de ayuda". "Más de la mitad (de los refugiados) viven en condiciones precarias, con algunos de ellos durmiendo al raso, mientras que otros han erigido alojamientos temporales", ha lamentado.
Dikongue-Atangana ha subrayado además que las autoridades sanitarias locales han detectado al menos 30 casos de desnutrición infantil, incluido un niño que tuvo que ser trasladado a un hospital en Gamboma, por lo que ha pedido a la comunidad internacional que "apoye los esfuerzos para reducir las tensiones en Kwamouth y aliviar el sufrimiento de los afectados por la violencia".
"Los últimos desplazamientos en RDC recrudecen una respuesta ya gravemente infrafinanciada para dar asistencia a 521.000 refugiados y más de 5,5 millones de desplazados internos en el país. Sólo se ha recibido el 40 por ciento de los 225,4 millones de dólares requeridos", ha resaltado.
Dikongue-Atangana ha señalado que, en el caso de República del Congo, "ACNUR sólo ha recibido el 16 por ciento de los 37,4 millones de dólares reclamados para financiar la respuesta a refugiados en 2022".
Los enfrentamientos en Kwamouth derivan de disputas territoriales entre los teke, que se consideran como habitantes originales de las orillas del río Congo, y los yaka, también asentados en la zona.
Mai-Ndombe fue escenario en 2018 de un intento conflicto entre las comunidades ntende y nunu que se saldó con más de 500 muertos, según datos revelados por Naciones Unidas. Asimismo, en 2011 hubo enfrentamientos entre estas mismas comunidades.