WASHINGTON 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Dick Cheney, el que fuera vicepresidente de Estados Unidos, ha asegurado que el ex presidente George W. Bush tenía conocimiento de las prácticas que se usaban en los interrogatorios de la CIA destapadas por un informe del Senado. "Creo que él sabía todo lo que quería saber y necesitaba saber", ha afirmado Cheney.
Aun así, ha criticado el informe en el que se reconoce que se habrían cometido torturas y prácticas inadecuadas en los interrogatorios diciendo que se trata de un "trabajo terrible", "lleno de estupideces" y "profundamente defectuoso".
Cheney, en declaraciones a la cadena Fox News, ha defendido enérgicamente las técnicas, incluyendo el ahogamiento simulado y la alimentación rectal. Ha asegurado que la mayoría ya habían sido probadas anteriormente y que con esta clase de interrogatorios se han conseguido resultados.
"¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguir la verdad sobre los futuros ataques contra Estados Unidos?", ha preguntado. Tras hacer estas afirmaciones, ha reconocido que no ha leído el total de las 500 páginas que conforman el informe.
Una comisión del Senado de mayoría demócrata publicó el martes un duro informe en el que se destapaban las prácticas llevadas a cabo en los interrogatorios de la CIA. Las informaciones presentadas hablan del uso de técnicas "más brutales" que las reconocidas hasta el momento y denuncian que la agencia de espionaje dio información "inexacta" al Congreso y la Casa Blanca.
La senadora demócrata por California Dianne Feinstein ha asegurado ante el Senado que los métodos de la CIA deben de ser definidos, en algunos casos, como "tortura".
"La historia nos juzgará por nuestro compromiso con una sociedad justa, por la voluntad de hacer frente a una fea verdad y por decir 'nunca más'", ha recordado. "Puede que no sea el momento adecuado para lanzar este informe, pero es demasiado importante como para dejarlo a un lado indefinidamente", ha añadido.
La Casa Blanca y el actual presidente estadounidense, Barack Obama, apoyaron la decisión de publicar el informe a pesar de las advertencias de los legisladores y de algunos miembros de la propia Administración que entienden que, el conocimiento público e internacional de estas informaciones, puede derivar en reacciones negativas en contra de los estadounidenses y de los militares que actualmente están en el extranjero.