SANTIAGO, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha confirmado que su Gobierno "contrademandará" a Bolivia si este país acude a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la disputa por el uso de las aguas del río Silala.
Bolivia reclama la soberanía del Silala, mientras que Chile, que utiliza el caudal para trabajos de minería y para abastecer a localidades del norte, argumenta que se trata de un río de carácter internacional.
"Durante más de cien años Bolivia reconoció el carácter de río internacional en las aguas del Silala", ha subrayado Bachelet. La presidenta chilena ha criticado que Bolivia diga ahora "ser dueño de recursos hídricos que son compartidos", toda vez que las aguas "fluyen naturalmente hacia el territorio por efecto de un ley tan clara como es la ley de gravedad".
Bachelet ha dejado claro que su gobierno no se quedará con los brazos cruzados en caso de que el de Evo Morales decida llevar el caso ante la CIJ, un tribunal en el que ambos países tienen pendiente la resolución de las reclamaciones sobre la salida al mar para Bolivia.
"Con tranquilidad, pero con firmeza yo quiero anunciar a los compatriotas que en caso de que Bolivia materialice su anunciada demanda, Chile va a contrademandar a Bolivia", ha anunciado. "Ejerceremos todas las acciones necesarias para proteger nuestra soberanía nacional", ha apostillado.
En este sentido, ha asegurado que Bolivia no quiso negociar en 2009 un "uso compartido" de las aguas del río, a pesar de que, según Bachelet, Morales siempre presume de "diálogo", informan los medios chilenos.
LA RESPUESTA DE MORALES
Morales ha reiterado que este martes visitará la zona del Silala para "demostrar" que las aguas del río no son internacionales, sino bolivianas. El domingo, ya advirtió de que "no se defiende la soberanía por algo que es robado, invadido, asaltado o saqueado", en alusión a los argumentos chilenos.
Las reiteradas tensiones entre los dos países vecinos han hecho surgir voces que incluso piden la derogación del Pacto de Bogotá, suscrito en 1948 con el objetivo de que los países de la región resuelvan sus conflictos por vías pacíficas.
Para Morales, una hipotética retirada chilena sería "confesión de una futura derrota en organismos internacionales". "Es como confesion anticipada que van a peder ante nuestra demanda", ha dicho este lunes, según la agencia de noticias oficial ABI.