SANTIAGO, 23 Mar. (Agencia Uno/EP) -
Chile ha vivido la noche del domingo al lunes su primer toque de queda a nivel nacional por el brote de coronavirus, que en palabras del presidente, Sebastián Piñera, aún dejará semanas "muy duras" por delante. El país ha confirmado hasta ahora más de 600 contagios, con un único fallecido.
El Gobierno chileno ha ido endureciendo las medidas en estos últimos días, hasta llegar a la aplicación este domingo de un toque de queda de 22.00 a 5.00 horas. El Ejecutivo no ha puesto plazo a esta medida, advirtiendo de que estará en vigor el tiempo que sea necesaria.
La viceministra de Prevención del Delito, Katherine Martorell, ha explicado que podrán pedir un salvoconducto para seguir moviéndose en las horas prohibidas quienes trabajen en servicios considerados básicos, desde la elaboración o distribución de alimentos a trabajadores sanitarios y equipos de emergencia, según Agencia Uno.
Piñera, por su parte, ha pronunciado un discurso a la nación en el que ha anunciado que "todos los adultos mayores de 80 años deberán permanecer en sus casas", por considerarlos el grupo de edad más vulnerable frente a la pandemia del coronavirus.
"Proteger la salud y la vida de todos, y muy especialmente la de nuestros adultos mayores que son los que experimentan los mayores riesgos, es mi primera prioridad y mi primera ocupación como presidente de la República y también la de todo nuestro Gobierno", ha afirmado.
El mandatario, que ha hablado pocos minutos ante del inicio del toque de queda, ha asumido que "las próximas semanas serán duras, muy duras para todos", en la medida en que el mundo se enfrenta a "la peor catástrofe sanitaria de los últimos cien años".
Piñera, partidario de una "cuarentena progresiva", ha llamado a la colaboración de todos para contener la emergencia: "Hoy son tiempos de unidad y no de división. Son tiempos de colaboración y no de enfrentamiento. Son tiempos de responsabilidad y no de improvisaciones".
Así, ha criticado de forma velada a quienes en estos últimos medidas le han pedido medidas más duras, incluido un confinamiento total. "Habría sido fácil, pero también muy perjudicial para la salud de los chilenos, acoger todas esas propuestas", ha señalado Piñera.