PEKÍN 17 Oct. (Reuters/EP) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha advertido este lunes al Gobierno de Eslovaquia de que la reunión de su presidente, Andrej Kiska, con el líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama, tendrá consecuencias, al tiempo que ha subrayado su rechazo a ese encuentro.
El Gobierno chino considera al Dalai Lama como un líder separatista que solo busca la independencia del Tíbet, una región que las autoridades de Pekín sostienen que fue "pacíficamente liberada" en 1950.
El Dalai Lama, que está de viaje oficial por Europa, se reunió este domingo con el presidente eslovaco, Andrej Kiska, en un almuerzo en Bratislava, la capital del país, según ha informado la página oficial del líder espiritual del Tíbet, que ha difundido una foto del encuentro.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, ha afirmado que el presidente eslovaco ha ignorado el "fuerte rechazo" de China al encuentro por considerar que contraviene la polítcia de "una China" que el Gobierno eslovaco ha prometido respetar.
"China se opone totalmente a esto y dará la respuesta correspondiente", ha afirmado Hua, en una rueda de prensa en Pekín, sin aportar más detalles. El presidente eslovaco publicó el domingo varias imágenes del encuentro con el Dalai Lama y un mensaje en el que decía que ha sido un "privilegio" reunirse con él.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha dicho que el Dalai Lama lleva décadas intentando que el Tíbet se separe de China y ha dejado claro que el Gobierno chino se opone a que otros ejecutivos se reúnan con el líder espiritual tibetano. Hua ha subrayado que el encuentro del domingo "ha roto las bases políticas de las relaciones entre China y Eslovaquia".
"Pedimos a Eslovaquia que reconozca claramente la naturaleza separatista antichina del Dalai Lama y respete con seriedad los intereses centrales y las principales preocupaciones de China", ha afirmado la portavoz del Ministerio de Exteriores chino. Hua ha dicho además que Eslovaquia tendrá que dar más pasos para eliminar el impacto negativo de esta reunión en las relaciones bilaterales.
El Gobierno de China ya expresó su malestar en septiembre y amenazó con represalias después de que el Dalai Lama compareciera ante el Parlamento Europeo en su sede de Estrasburgo y se reuniera con su presidente, el socialista, Martin Schulz.
Son pocos los mandatarios y líderes que están dispuestos a reunirse con el Dalai Lama en la actualidad por temor a la reacción que podría tener el Gobierno de China, un país con la segunda mayor economía del mundo.
El Dalai Lama huyó a India en 1959 tras un fallido levantamiento contra el dominio chino. Los grupos de defensa de los Derechos Humanos y los exiliados acusan al Ejecutivo de Pekín de estar restringiendo los derechos culturales y religiosos del pueblo tibetano, unas acusaciones que niega Pekín, que sostiene que su mandato ha llevado prosperidad a la región.