PEKÍN 13 Dic. (Reuters/EP) -
Un jefe de seguridad de la comunidad étnica uigur china ha muerto durante una redada policial contra lo que los medios estatales han definido como un "nido de terroristas", en la turbulenta región de Xinjiang.
En una información publicada a última hora del sábado, el principal diario oficial del gigante asiático 'People's Daily' ha identificado al abatido como Maimaitijiang Tuohuniyazi, subdirector de seguridad pública en Aksu, una zona de la región de Xinjiang que comparte frontera con Kirguistán.
Según el diario, el jefe de la seguridad nacional chino, Meng Jianzhu, que está en la capital de la región, Urumqi, ha ofrecido sus condolencias a la viuda de Maimaitijiang, a quien ha definido como un hombre valiente y desinteresado.
"Para rescatar a un pastor que había sido secuestrado por terroristas, se lanzó a la brecha, contra un nido de terroristas y desafortunada y heroicamente, se sacrificó", ha afirmado el diario, sin dar más detalles de su muerte.
Al menos 16 personas, entre ellos cinco agentes de la Policía, murieron en una serie de ataques perpetrados en una mina de carbón en la ciudad de Aksu en septiembre. Las fuerzas de seguridad indicaron después que había abatido a 28 "terroristas" involucrados en este ataque.
Meng, que un día antes advirtió de que el país debe mejorar en Inteligencia si quiere gestionar mejor la amenaza terrorista, ha indicado que durante el último año los servicios de seguridad han conseguido "éxitos obvios" en la lucha contra el terrorismo y que han detenido "más del 98 por ciento" de las conspiraciones terroristas en fase de planificación, sin dar más detalles.
XINJIANG, ZONA DE CONFLICTO
Cientos de personas han muerto en los últimos años en la región de Xinjiang, hogar de la etnia musulmana uigur, en enfrentamientos violentos de los que el Gobierno acusa a islamistas que buscan establecer un estado independiente en el Turkestán Este.
China se ha visto obstaculizada con una inteligencia muy pobre en una parte de país en la que pocos agentes entienden la lengua uigur o el Islam, y el Gobierno tienen dificultades a la hora de reclutar efectivos uigures, según los diplomáticos y expertos.
En un incidente ciertamente vergonzoso para China, tres personas murieron y otras 79 resultaron heridas el año pasado en un ataque con una bomba y con arma blanca en una estación de tren de Urumqi, justo cuando el presidente, Xi Jinping, concluía una visita a la zona, supuestamente bajo estrictas medidas de seguridad. En este contexto, Meng afirmó ayer que Pekín tiene que mejorar sus sistemas de comando para responder a este tipo de incidentes.