PEKÍN 28 Sep. (Reuters/EP) -
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, ha asegurado este jueves que la crisis de los rohingya no debería ser "internacionalizada" mientras Naciones Unidas se prepara para establecer un organismo que reúna pruebas de abusos contra los Derechos Humanos en Birmania.
"El problema del estado de Rajine es, en esencia, un problema entre Birmania y Blangladesh. China no aprueba complicar, expandir o internacionalizar este asunto", ha afirmado Wang.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha celebrado una votación este jueves para establecer el organismo, que también estudiará un posible genocidio en el estado de Rajine, en el noroeste de Birmania.
China, Filipinas y Burundi han votado en contra de la medida, cuyos partidarios han señalado que contaba con el respaldo de más de 100 países.
En el último año, más de 700.000 musulmanes rohingya han huido del país de mayoría budista a Bangladesh después de una respuesta militar a los ataques contra puestos de seguridad por parte de los insurgentes rohingya.
Naciones Unidas se ha referido a las acciones de Birmania como una "limpieza étnica", una acusación que Birmania rechaza, culpando a los "terroristas" rohingya de la mayoría de las atrocidades.
China mantiene estrechas relaciones con Birmania y apoya lo que los funcionarios birmanos llaman una operación legítima de contrainsurgencia en Rajine. Pekín ayudó a bloquear una resolución sobre la crisis en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
China espera que Birmania y Bangladesh puedan encontrar una solución a través de conversaciones y Pekín está dispuesta a continuar ayudando a proporcionar una plataforma para esta comunicación, según ha añadido Wang.
"La comunidad internacional, incluida Naciones Unidas, también puede desempeñar un papel constructivo en esto", ha aseverado Wang.