MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de China, Li Keqiang, ha asegurado este viernes que la intención de su Gobierno no es la "militarización" de las aguas del mar de China Meridional, si bien ha reconocido que sí se ha establecido equipamiento de Defensa en las islas en disputa para mantener lo que denomina "libertad de navegación".
En declaraciones ante la prensa en Canberra después de mantener un encuentro con su homólogo australiano, Malcolm Turnbull, Li ha insistido en que "las instalaciones en las islas y arrecifes chinos tienen, principalmente, propósitos civiles".
"Aunque hay cierta cantidad de equipamiento de Defensa, se utiliza para mantener la libertad de navegación y de sobrevuelo", ha señalado, según recoge los medios chinos y australianos.
"Y con respecto a la denominada militarización de la zona, China nunca ha tenido la intención de implicarse en la militarización del mar de China Meridional", ha añadido, a través de un intérprete.
China ha estado construyendo instalaciones y estructuras en las islas artificiales de la zona que, según Estados Unidos, parecen diseñadas para albergar misiles tierra aire de largo alcance.
Si bien la construcción de instalaciones de hormigón en los arrecifes de Subi, Mischief y Fiery Cross, en las islas Spratly, donde China ya ha instalado pistas de aterrizaje podría considerarse una escalada militar, Filipinas, que lleva años enfrentado con China por el control de estas aguas, ha asegurado que la construcción de islas artificiales no suponen una preocupación.
No obstante, el Ejército filipino impidió la semana pasada que un grupo de parlamentarios y altos cargos del Gobierno filipino visitaran una de las nueve instalaciones que tiene Filipinas en el disputado mar de China Meridional por "motivos de seguridad".
En concreto, los parlamentarios habían organizado una visita a la isla de Thitu, en la bahía de Subi, con el objetivo de planear la construcción de nuevas instalaciones para fomentar la pesca en Filipinas y para mejorar la calidad de vida de los 100 habitantes que tiene el pequeño terreno.
El teniente general Raúl del Rosario, líder del Mando Occidental de Filipinas, ha dicho que el motivo real detrás de la cancelación ha sido que dentro del Gobierno existían temores por la posible reacción de China.
"Al ser una zona que está bajo disputa, es una zona que no es totalmente nuestra", ha apuntado. "Por eso estamos preocupados si vuelan allí. Cada vez que un avión vuela a la isla, recibe una advertencia por parte de las fuerzas de seguridad chinas. A veces incluso disparan contra al aeronave", aseguró.
Mantener y financiar a las comunidades de las islas en la bahía de Spratlys es percibido por Filipinas y Vietnam como una medida esencial a la hora de reclamar su soberanía. China, por su parte, ha desplegado soldados en estas islas.
China reclama casi todas las aguas en disputa, por las que pasan un tercio del tráfico marítimo mundial. Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam también tienen sus propias demandas. La Administración del presidente Donald Trump en Estados Unidos declaró ilegal la construcción china en el mar.
Por su parte, Turnbull ha mantenido la posición de Australia de que todas las partes deben resolver sus diferencias a través del diálogo y de forma pacífica, acorde al Derecho internacional.