PEKÍN, 24 Dic. (Reuters/EP) -
El Gobierno de china ha asegurado este jueves que ordenó a la empresa de gestión de residuos de Shenzhen que suspendiera los trabajos por razones de seguridad cuatro días antes de que una treintena de edificios quedaran enterrados por un desprendimiento del terreno.
Shenzhen J-star, una consultora contratada por funcionarios locales para supervisar proyectos de ingeniería, recomendó varias veces a Shenzhen Yixianglong, la empresa que administraba el vertedero municipal, que "detuviera todos los trabajos".
El subdirector de J-star, Bian Yuxiang, ha contado a Reuters que cuestionaron la calidad de la inspección de Yixianglong porque no había hecho pruebas en las laderas de la zona y porque no cumplía con los estándares de seguridad, como la utilización de cascos.
La última advertencia fue el 16 de diciembre en una reunión a la que asistieron funcionarios de la Oficina de Gestión Urbana de Shenzhen y representantes de J-star, que instaron a Yixianglong a cesar las actividades.
"Todas las partes presentes estuvieron de acuerdo", ha asegurado, indicando que, por tanto, el trabajo debía haberse detenido en ese momento, pero que no pudieron comprobarlo porque J-star "no tenía derecho" a dar órdenes a Yixianglong. "Mi responsabilidad es informar de los problemas que he descubierto a la Oficina de Gestión Urbano de Guangming. Depende de ellos ejecutar la orden", ha subrayado.
El pasado domingo la pila de basura que se acumulaba en Shenzhen se desplazó y sepultó 33 edificios, dejando al menos dos muertos y más de 70 desaparecidos, en un accidente que ha llevado a cuestionar nuevamente los estándares de seguridad y la falta de control en China.