PARÍS, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
China ha decidido expulsar a la corresponsal en Pekín de la revista francesa 'L'Obs', Ursula Gauthier, por sus informaciones sobre los uigures, una minoría étnica de confesión musulmana, según han informado los medios de comunicación galos.
Gauthier deberá abandonar China antes del 31 de diciembre por un reportaje en el que acusa al gigante asiático de usar los atentados perpetrados el 13 de noviembre en París por el Estado Islámico para justificar su ofensiva contra los uigures.
De acuerdo con la prensa francesa, las autoridades chinas intentaron convencer a Gauthier y a 'L'Obs' de que no publicaran el reportaje y, ante su negativa, trataron de persuadirles de que al menos pidieran disculpas, algo que también rechazaron.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) ya advirtió de que Gauthier estaba siendo objeto de "una campaña de difamación e intimidación" por parte de "los medios de comunicación controlados por el Gobierno chino" a causa de este reportaje.
Según RSF, tras la publicación del reportaje, el 18 de noviembre, el 'Global Times' sacó un editorial acusando a Gauthier de "doble rasero" con el terrorismo dando así el pistoletazo de salida a "un linchamiento mediático" con peticiones de expulsión y amenazas de muerte.
"También instamos al Gobierno a que deje de usar el carnet de prensa como un arma para intimidar a los periodistas extranjeros y obstruir su labor informativa en China", dijo Benjamin Ismaïl, responsable de RSF para Asia y el Pacífico.
'L'Obs' ha subrayado en un editorial que se trata de "un incidente de importancia" porque se produce justamente en un momento en el que Francia y China se esfuerzan por relanzar sus vínculos económicos, culturales y diplomáticos.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores francés ha emitido un escueto comunicado en el que lamenta la decisión de Pekín de retirar la acreditación a Gauthier y recuerda "cuán importante es para los periodistas poder trabajar en todo el mundo".
Los uigures, que son mayoría en la región de Xinjiang pero minoría en el resto del país, son considerados terroristas por el régimen chino, que ha lanzado varias redadas en la región septentrional que los habitantes locales han enmarcado en una persecución política.