China insta a un alto el fuego "inmediato" en Birmania para garantizar la seguridad en su frontera

Al menos once civiles muertos en nuevos enfrentamientos en el estado de Shan, en el norte del país

MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de China han instado este jueves a un alto el fuego "inmediato" en Birmania para "garantizar la seguridad y estabilidad" en las zonas fronterizas entre ambos países a medida que avanzan los enfrentamientos entre la junta militar que gobierna desde el golpe de Estado de febrero de 2021 y los grupos de la resistencia birmana.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, ha indicado en una rueda de prensa que Pekín está "muy preocupado" por la situación en el norte del país, donde la junta ha perdido recientemente el control de la localidad de Chinshwehaw, en el estado de Shan, durante los últimos combates.

"China hace un llamamiento a las partes implicadas para que resuelvan las disputas de forma pacífica mediante el diálogo y la consulta, eviten la escalada de la situación y tomen medidas eficaces para garantizar la seguridad y la estabilidad de las zonas fronterizas entre China y Birmania", ha señalado Wang, según ha recogido el diario estatal 'Global Times'.

Un portavoz de la junta ha indicado este jueves que el Ejército ha perdido el control de una ciudad estratégica fronteriza con China tras varios días de enfrentamientos con grupos armados rebeldes de la zona.

Estos combates se han ido extendiendo en el estado de Shan desde hace ya casi una semana. China tenía previsto establecer conexiones ferroviarias en las inmediaciones como parte de su proyecto de infraestructura conocido como 'Nueva Ruta de la Seda', también conocida como 'Iniciativa de la Franja y la Ruta'.

En los enfrentamientos han participado miembros del Ejército de Liberación Nacional Taang (TNLA), el Ejército de Arakán (AA) y el Ejército de la Alianza Nacional Democrática de Birmania (MNDAA), quienes han dicho haber tomado, además, varios puestos militares y carreteras en la zona.

CIVILES MUERTOS Y HERIDOS

Los enfrentamientos, que han tenido lugar en al menos una decena de localidades del citado estado, han dejado al menos once civiles muertos y una treintena de heridos en el norte de la región debido a los ataques aéreos de la junta, según han informado varios miembros de los equipos de rescate en declaraciones al portal de noticias Irrawaddy.

Cinco de estas personas han muerto en la ciudad de Namphatkar, en Muse, dos en Kutkai y cuatro en Lashio, Kunlong, Kyaukme y Nawnghkio a medida que los militares han respondido a las agresiones de los rebeldes.

"Un proyectil alcanzó el templo hindú de Gorjali, en el pueblo de Kyauk Kyan, donde vivía una familia", ha aseverado uno de los miembros de los equipos de rescate de la zona. Los voluntarios estiman que unas 6.400 personas han tenido que huir de sus hogares desde el pasado viernes.

El miércoles, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá anunciaron la imposición de sanciones contra la principal fuente de ingresos extranjeros de la junta birmana, la Myanmar Oil and Gas Enterprise, y otra veintena de personas y entidades "vinculadas al régimen" birmano y la venta de armas al país asiático.

Estas nuevas restricciones se producen tras más de dos años de gobierno por parte de la junta militar, que ha sido acusada de cometer detenciones arbitrarias y ejecuciones contra la población civil en todo el país.

"El régimen militar de Birmania ha dañado repetidamente a civiles en ataques aéreos, reprimido movimientos a favor de la democracia, destruido hogares e infraestructura y desplazado a millones de personas", ha aseverado el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado en el que puntualiza que las sanciones tienen como objetivo empresas e individuos, incluidos altos cargos, que "perpetúan o facilitan la violencia" en Birmania.

La Asociación de Asistencia a Presos Políticos de Birmania (AAPP) sitúa en 4.163 los muertos a manos de la junta desde el golpe de Estado. En total, más de 25.300 personas han sido detenidas, de las cuales unas 19.600 siguen en prisión.