VALENCIA 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La vicepostulación de las Causas de los Santos de los franciscanos en Valencia investiga en la actualidad el "martirio" de un fraile valenciano, decapitado "tras ser interrogado personalmente por Mao Tse Tung en 1935, durante la Guerra Civil china con el objetivo de impulsar la apertura de su proceso de canonización", según informaron fuentes del Arzobispado a través de su agencia Avan.
Se trata de fray Pascual Nadal, natural de la localidad de Pego (Alicante), perteneciente a la archidiócesis de Valencia, que trabajaba como misionero en una leprosería en el valle tibetano de Mosimién.
Los franciscanos mantienen abierta la investigación sobre su muerte a pesar de las "grandes dificultades con que nos encontramos para acceder a nuevos testimonios orales y escritos en China, por las trabas que ponen las autoridades del país", según indicó Benjamín Agulló, vicepostulador de las causas de los franciscanos en Valencia. A pesar de los años que han pasado desde su muerte, "en la zona tuvo y sigue teniendo fama de santidad", aseguró.
Fray Pascual Nadal Oltra nació en Pego en 1884 y, tras estudiar Bellas Artes en Valencia, ingresó en la orden franciscana en el monasterio de Santo Espíritu del Monte, en Gilet, a los 21 años. Tras atender a su madre, enferma de lepra, en el sanatorio de Fontilles, hasta su fallecimiento, fray Pascual, "sensibilizado por aquella enfermedad", pidió a sus superiores marchar a China para formar parte de la primera comunidad de la nueva leprosería que la orden franciscana tenía previsto abrir en el valle tibetano de Mosimién.
'Fray Pascualet', como era conocido, llegó en 1930 a la leprosería, donde atendía a 125 enfermos, junto con otros religiosos. Asimismo, esculpía imágenes religiosas, al igual que hizo en los conventos de Gilet y Pego.
Según las mismas fuentes, en mayo de 1935, una columna del ejército comunista de Mao Tse Tung huía del ejército regular de los nacionalistas de Chiang Kai-Shek hacia el noroeste de China. Ante la llegada de las tropas de Mao, el superior de la leprosería dio permiso para abandonarla, pero cuatro franciscanos y tres religiosas se quedaron, entre ellos fray Pascual, para atender a los leprosos.
Los enfermos que cuidaban atestiguaron que el religioso de Pego afirmó: "Si los comunistas son mis hermanos, ¿por qué he de huir de ellos? Yo también los amo y, de matarme, me rendirían el mayor de los servicios. ¡Seré mártir y volaré al cielo", según relata el franciscano valenciano José Miguel Barrachina Lapiedra, autor del libro 'Fray Pascual Nadal y Oltra. Apóstol de los leprosos, mártir de China'.
Los soldados entraron en la residencia, "la saquearon, detuvieron a los religiosos y muchos de los leprosos trataron de defenderlos, pero dispararon contra los propios enfermos". A continuación, los franciscanos fueron llevados ante Mao Tse Tung, quien les interrogó, dejó prisioneros a dos de ellos, fray Pascual y el fraile italiano Epifanio Pegoraro, y liberó al resto. Días después, el 4 de diciembre de 1935 un oficial se dirigió a la aldea de Leang Ho Kow, donde estaban apresados los dos franciscanos, y les "decapitó con una espada". Varios vecinos fueron "testigos desde sus casas" de la ejecución y uno de ellos enterró los cuerpos, afirmó Barrachina.
En 1986, las localidades natales de 'fray Pascualet" y del fraile italiano, Pego y Montecchio Maggiore, comenzaron a intercambiarse "visitas de hermanamiento". Además, en el convento franciscano de Pego se conserva un retrato de su vecino de cerámica, un busto en terracota, la pila en la que fue bautizado y una escultura que lo representa abrazando a su madre.