Archivo - Imagen de archivo de una compañía de suministros electrónicos en Wuhan (China) - Europa Press/Contacto/Xiao Yijiu - Archivo
Las sanciones del viernes afectan a más de 400 individuos y entidades, entre ellas compañías chinas
MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Comercio de China ha denunciado la última ronda de sanciones declarada el viernes por Estados Unidos contra los productos y servicios, muchos de ellos facilitados por compañías chinas y que capacitan a Moscú para continuar su guerra en Ucrania, como una "práctica equivocada" frente a la que Pekín manifiesta su "firme oposición".
En su comunicado, publicado este domingo, el Ministerio avisa que "tomará las medidas necesarias para defender, de manera resuelta, los derechos e intereses legítimos de las compañías chinas" afectadas por la medida, en una continuación de la advertencia formulada a principios de año por el presidente chino, Xi Jinping.
Entre las empresas incluidas en la lista se encuentran dos importantes proveedores chinos de máquinas de herramientas y seis proveedores chinos de componentes electrónicos.
Varias empresas chinas o de Hong Kong también fueron sancionadas por su apoyo a la empresa rusa Special Technology Center, que fabrica drones de vigilancia y reconocimiento, junto con empresas de Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Turquía.
Las filiales comerciales en Hong Kong, Turquía y Rusia del ciudadano ruso Maxim Marchenko, quien fue arrestado por el FBI en septiembre de 2023 por contrabando de material microelectrónico fuera de Estados Unidos, también fueron objeto del paquete de sanciones del viernes.
El secretario adjunto del Tesoro norteamericano, Wally Adeyemo, avisó el viernes de que la economía rusa es a día de hoy "una herramienta al servicio del complejo industrial del Kremlin", ya que todo parece volcado para sufragar los gastos que implica la invasión de Ucrania.
En respuesta, el Ministerio de Comercio chino ha lamentado la decisión como un "ejemplo típico de sanciones unilaterales y "jurisdicción de largo alcance".
Este comportamiento, denuncia Pekín, "socava el orden y las reglas del comercio internacional, obstaculiza los intercambios económicos y comerciales internacionales normales y afecta a la seguridad y estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales".