Xi Jinping, presidente de China - XIE HUANCHI / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO
MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de China ha aclarado que su Embajada en Afganistán sigue operando como de costumbre a pesar de que los talibán se hiciesen el domingo con el control de la ciudad, en el marco de una ofensiva ante la que Pekín se ha puesto de perfil mientras apela a la no injerencia.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, se ha limitado a decir que evalúan la situación y que ofrecerán a los ciudadanos chinos la ayuda que sea necesaria durante este momento. Pekín, ha dicho, "respeta la voluntad y las decisiones del pueblo afgano", según la prensa oficial.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, se reunió a finales de julio con una delegación talibán encabezada por Abdul Ghani Baradar, a la que ya entonces reclamó que el grupo rompiese cualquier relación con otras organizaciones terroristas en favor de la seguridad tanto de Afganistán como de la región.
La delegación visitante, por su parte, aseguró que "los talibán nunca permitirían que ninguna fuerza utilizase territorio afgano para cometer actos en contra de China". "Los talibán creen que Afganistán debería tener relaciones de amistad con los países vecinos y con la comunidad internacional", declaró, según 'Global Times'.