NUEVA YORK 11 Dic. (Reuters/EP) -
China no ha logrado impedir la celebración de la cuarta reunión anual del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre las violaciones de Derechos Humanos en Corea del Norte. Pekín ha argumentado que éste no es el foro adecuado para discutir esta cuestión y ha advertido de que la reunión podría suponer un aumento de la tensión.
Es la cuarta vez que China fracasa a la hora de impedir que se celebre mediante el llamado voto de procedimiento, que supone que ninguno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad puede ejercer su derecho a veto. En esta ocasión, solo China, Rusia y Bolivia han votado en contra de que se produzca el encuentro, mientras que Egipto y Etiopía se han abstenido y los diez países restantes han votado a favor
"Los miembros del Consejo y las partes implicadas deberían comprometerse a encontrar modos de disminuir la tensión en la Península (de Corea). Deberían evitar las provoaciones mutuas y palabras o acciones que pudieran agravar la situación", ha mencionado antes de la votación el embajador de China ante la ONU, Wu Haitao. A ello ha añadido que "la discusión del Consejo sobre la cuestión de los Derechos Humanos en Corea del Norte va contra el objetivo superior y es contraproductiva".
Por otra parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, ha asegurado que continuan "pensando que existe una separación entre la paz y la seguridad y los Derechos Humanos y no la hay", mencionado también que "la prevención también incluye la cuestión de los Derechos Humanos y ser capaz de convocar a los países cuando se producen abusos como éste".
Estados Unidos mostró su enfado el año pasado con Corea del Norte y puso en su lista negra al líder norcoreano, Kim Yong Un, a cuenta de las violaciones de Derechos Humanos.
Un informe de Naciones Unidas de 2014 concluyó igualmente que los jefes de seguridad norcoreanos --incluido Kim Jong Un-- deberían enfrentarse a la justicia por haber llevado a cabo un sistema de control estatal de estilo nazi.
Sin embargo, Corea del Norte ha rechazado de manera reiterada las acusaciones sobre violaciones de Derechos Humanos y ha culpado a las sanciones que se le han impuesto de la desesperada situación humanitaria que vive.
Pyongyang está sometida a sanciones de Naciones Unidas desde 2006 debido a su programa nuclear y a las pruebas con misiles balísticos.