PEKÍN, 13 Oct. (Reuters/EP) -
China ha ofrecido abrir las negociaciones en materia militar con su rival Taiwán, un movimiento que podría calmar la región de Asia-Pacífico y mejorar los lazos entre los dos países, pero que ha recibido una reacción fría por parte de la isla.
"Recomendamos llevar a cabo contactos e intercambios militares, incluyendo el despliegue militar entre los dos países, de una forma adecuada en un tiempo adecuado", explicó Yang Yi, el portavoz chino de la Oficina para Asuntos sobre Taiwan.
"Discutiremos la creación de un sistema de confianza mutua en materia de seguridad para establecer la situación de las relaciones y calmar las preocupaciones en cuanto a seguridad", añadió.
Según las autoridades de Taiwán, China tiene 1.900 misiles de corto y medio alcance apuntando a la isla, que Taiwán ha pedido que sean retirados. Pekín nunca ha renunciado a utilizar la fuerza para devolver a la isla a su territorio.
El primer ministro taiwanés, Wu Den-yih, ha dicho al Parlamento que no es el momento de discutir el desarme, por que ambas partes necesitan más confianza. "Me temo que el momento no sea adecuado", dijo Wu según Central News Agency.
Con elecciones en Taiwán el año que viene y en 2012, las autoridades pueden ser reacias a acelerar las negociaciones con China, y aumentar así las dudas entre los votantes, nerviosos ante los movimientos del territorio principal.
China y Taiwán se separaron en 1949 tras el triunfo de los comunistas y la huida de las tropas nacionalistas a la isla tras la Guerra Civil.
INTERCAMBIOS COMERCIALES
El diálogo militar podría calmar la amenaza de guerra entre las dos partes separados desde hace 60 años por sólo 160 kilómetros y llevar a un nuevo nivel una serie de acuerdos económicos firmados en 2008.
Los mercados de Taiwán darán la bienvenida a cualquier reducción en la tensión militar como señal de una estabilidad para el aumento de los lazos comerciales entre la isla, que tiene exportaciones por valor de 416.000 millones de dólares (298.000 millones de euros), y China.
Las sospechas militares siguen siendo profundas en ambos bandos. Taiwán, que empieza a perder peso en la balanza internacional, ha comprado a Estados Unidos unos sistemas avanzados de armas, lo que ha enfurecido a China.
Las autoridades taiwanesas dijeron este miércoles que los temas comerciales se mantendrán en la agenda de las conversaciones con China. Pero Pekín se muestra ansioso por discutir asuntos políticos, que habían permanecidos apartados hasta ahora para concentrarse en problemas menos espinosos. Ambas partes se volverán a reunir antes de fin de año.
"Antes de las siguientes elecciones presidenciales, el 'status quo' con China será la mejor opción para el partido en el poder", dijo Liu Yi-jiun, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Foguang en Taiwán.