PEKÍN 16 Jul. (Reuters/EP) -
Las autoridades chinas procesarán al líder de lo que consideran una "secta", por cargos como violación, fraude, sabotaje y otros crímenes, según ha informado la agencia estatal de noticias, Xinhua, tras la decisión del Gobierno de tomar medidas severas contra varios movimientos religiosos que han calificado de peligrosos e ilegales.
Los fiscales de la provincia de Guangdong, en el sur del país, van a procesar a Wu Zeheng, líder y fundador del movimiento Huazang Dharma, y otros individuos después de una investigación que se ha alargado un año.
La Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa Internacional, en la que colaboran tanto demócratas como republicanos, asegura que Wu y sus seguidores están siendo perseguidos debido a sus creencias religiosas. Un comunicado en la página web del grupo religioso, que se encuentra bloqueada en China, pide ayuda internacional para Wu y afirma que se trata de una figura religiosa que se enfrenta a acusaciones inventadas.
Xinhua ha asegurado que Wu ha estado en prisión al menos dos años y que fundó su movimiento religioso, de inspiración budista, en 2010 tras su última salida de la cárcel. "Wu se ha convertido en un maestro con poderes sobrenaturales a ojos de sus seguidores", ha añadido la agencia.
"En nombre de la caridad y de la vida científica y a través de la predicación, Wu ha atraído a un creciente número de personas que deseaban estudiar budismo, que buscaban una cura a su enfermedad o pretendían librarse de su mala suerte acercándose a la secta", ha asegurado el medio estatal chino.
El oficialmente ateo Partido Comunista Chino no tolera ningún desafío a su poder y está obsesionado con la estabilidad social, por lo que argumenta que las actividades religiosas deberían estar sancionadas por parte del Estado.
Durante los últimos años, las autoridades han luchado contra lo que consideran sectas y las manifestaciones en su contra han sido reducidas por la fuerza. Además, algunos de los líderes de estos movimientos religiosos han sido ejecutados. El Gobierno chino está considerando establecer sanciones más duras para los miembros de sectas.
En febrero, China ejecutó a dos miembros de un movimiento religioso prohibido por las autoridades por asesinar a una mujer en un restaurante McDonald's después de que rechazase ingresar en la secta en mayo de 2014.
En 1999, el entonces presidente, Jiang Zemin, lanzó una campaña contra el grupo religioso Falun Gong. Las autoridades prohibieron el movimiento y lo definieron como una "secta maligna" después de que miles de miembros llevaran a cabo una sentada pacífica en Pekín para pedir el reconocimiento oficial del grupo.