NUEVA YORK, 12 Sep. (Reuters/EP) -
El embajador de China ante Naciones Unidas, Liu Jieyi, ha reclamado este lunes a Corea del Norte que "se tome en serio las expectativas y la voluntad de la comunidad internacional" y ponga fin a sus programas nuclear y balístico.
Liu ha solicitado a todas las partes que mantengan "la cabeza fría" y que no azucen las tensiones, abogando por reiniciar las conversaciones con Pyongyang "antes que después".
China y Rusia han propuesto una suspensión de las pruebas nucleares y balísticas por parte de Corea del Norte, así como de las maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos, como paso previo para iniciar este proceso de conversaciones.
Las palabras de Liu han tenido lugar poco después de que el Consejo de Seguridad de la ONU haya aprobado por unanimidad un nuevo paquete de sanciones contra el país asiático.
La votación en el Consejo de Seguridad se ha saldado con 15 votos a favor y ninguno en contra y supone una limitación de las importaciones de petróleo por parte de Corea del Norte, la prohibición de la exportación de textiles y la contratación de trabajadores norcoreanos en el extranjero.
La resolución es la novena que aprueba el organismo internacional desde 2006 para imponer sanciones a Corea del Norte por sus programas nuclear y balístico. En este caso, Estados Unidos rebajó el tono del borrador para lograr el respaldo de China y Rusia.
La resolución impone una prohibición de exportación de condensados y líquidos de gas natural, un límite de dos millones de barriles al año para productos refinados de petróleo y un límite a las exportaciones de crudo a Corea del Norte hasta los niveles actuales.
Los textiles fueron la segunda mayor exportación de Corea del Norte detrás del carbón y de otros minerales en 2016, por valor total de 752 millones de dólares (unos 629 millones de euros), según datos de la Agencia de Promoción de Inversiones Comerciales de Corea, recogidos por la agencia británica de noticias Reuters.
Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas --la última de ellas un ensayo nuclear el 3 de septiembre-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.
Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.