GINEBRA, 17 Nov. (REUTERS/EP) -
El Comité de Naciones Unidas contra la Tortura ha presionado a las autoridades chinas, durante un encuentro de tres horas, sobre las persistentes alegaciones que denuncian un incremento de estas prácticas en comisarías de Policía y prisiones, especialmente en el caso de presos políticos, así como de las muertes bajo custodia. China afirma que aunque está desarrollando iniciativas al respecto, todavía queda un "largo y arduo camino hasta la eliminación de la tortura".
La revisión del Comité de documentos y grabaciones de Pekín, la primera desde 2008, se ha producido después de que un grupo en defensa de los Derechos Humanos en China afirmara que este año se ha aplicado "mano dura" contra los derechos de activistas y abogados sobre el terreno.
"Nuestros esfuerzos han generado grandes progresos en el combate contra la tortura", ha informado al cuerpo de la ONU el embajador chino, Wu Hailong, quien dirige una delegación de 39 dirigentes veteranos. A pesar de todo, ha reconocido que todavía queda un "largo y arduo camino hasta la eliminación de la tortura".
Miembros del Gobierno han explicado a los 10 expertos encargados de la investigación que su país estaba trabajando para eliminar esta práctica, incluyendo mejores programas de entrenamiento para policías y guardias carcelarios, así como grabaciones de los interrogatorios en audio y vídeo. Según Wu, estas medidas, junto con la prohibición de la obtención de pruebas de manera ilegal y las autoincriminaciones forzadas de los detenidos, permiten prevenir la tortura en los interrogatorios.
"Hemos recibido denuncias de que la tortura se extiende de manera generalizada en las cárceles clandestinas", ha señalado George Tuguhsi, un miembro del Comité, quien criticó el uso de "sillas rígidas", descargas eléctricas y esposas para cometer este tipo de acciones. A pesar de que algunas torturas, como la privación del sueño, se reconocen como ilícitas, la tortura mental no se prohíbe de manera explícita.
MUERTES BAJO CUSTODIA
"¿Por favor, podría explicar las muertes que se han producido en algunas instalaciones de detención chinas con motivo de una falta de atención sanitaria temprana?", ha preguntado Tugushi al embajador chino, quien ha rehusado contestar. "Responderé a más preguntas mordaces y directas el próximo miércoles", ha precisado.
Otros miembros del Comité también han preguntado sobre cuántos agentes del orden público chino han sido procesados por tortura, si las víctimas han recibido algún tipo de compensación o tratamiento médico y por qué hay tantos detenidos confinados en reclusiones solitarias. También han interpelado a los dirigentes chinos sobre las devoluciones de refugiados norcoreanos a su país de origen, aún con el riesgo de sufrir torturas, violencia sexual o "abortos forzados e infanticidios". El tratamiento que recibe la comunidad LGTB en el país --internada en prisiones clínicas, que incluyen tratamiento con electroshock-- ha sido igualmente criticado.
Los expertos han sugerido a China establecer un sistema de control independiente para monitorizar las investigaciones de tortura. Se prevé que las conclusiones del Comité se publiquen el 9 de diciembre, a falta de revisar las grabaciones de Hong Kong y Macao.
Felice Gaer, una experta norteamericana, ha señalado al cuerpo de la ONU que siete activistas chinos que planeaban participar en la revisión de Ginebra han sido amenazados y algunos detenidos bajo el cargo de "arriesgar la seguridad nacional".