MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los Gobiernos de China y Rusia han condenado el último lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte, aunque han planteado objeciones ante las opciones militares presentadas en el marco de la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrada este miércoles.
El viceembajador de Rusia ante la ONU, Vladimir Safronkov, ha pedido que se excluya "la posibilidad de tomar medidas militares para resolver los problemas en la península de Corea", medida que es igual de inaceptable para Moscú que el ahogamiento económico a Pyongyang.
Safronkov también ha instado a Estados Unidos y a Corea del Sur a "detener y cancelar" de forma inmediata el despliegue del Terminal de Defensa para Zonas de Alta Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés), un avanzado sistema de defensa antimisiles que están estableciendo en suelo surcoreano los Ejército de ambos países.
En este contexto, el representante de Moscú ha descartado que el último proyectil lanzado por el Gobierno de Kim Jong Un fuera un misil intercontinental, sino uno de alcance medio.
A esta afirmación ha respondido la embajadora estadounidense, Nikki Haley, que ha recordado que "no sólo el secretario general" de la ONU, António Guterres, ha reconocido que se trataba de un misil balístico intercontinental, sino que también lo han hecho Estados Unidos y la propia Corea del Norte.
"Así que si necesitan algún tipo de información de Inteligencia que les permita conocer lo que el resto del mundo ve como un misil balístico intercontinental estaremos encantados de facilitársela", ha señalado.
Entretanto, el embajador de China ante el organismo internacional, Liu Jieyi, ha seguido la línea de su colega ruso y si bien ha asegurado que Pekín "siempre se ha opuesto firmemente al caos y el conflicto" en la península coreana, "los medios militares no pueden ser una opción" en esta situación.
"El despliegue del THAAD socava seriamente la estrategia y los intereses de seguridad de los países de la región, incluida China", ha asegurado, antes de sumarse a la petición de Pekín para que Washington y Seúl detengan el establecimiento del sistema.
Haley ha pedido a los dos países que respalden una resolución con más sanciones contra Pyongyang y que si, por el contrario, están "contentos" con la actitud de Corea del Norte, "la veten".
"Si quieren ser amigos de Corea del Norte, vétenla. Pero si lo ven como una amenaza, si lo ven como lo que realmente es, que es Corea del Norte mostrando su fuerza, entonces tienen que ser fuertes y votar con la comunidad internacional para reforzar sanciones en su contra", ha dicho Haley.
Y, en caso de no hacerlo, la estadounidense ha asegurado que el resto de países irán "por su propio camino".
Durante la reunión, Haley ha indicado que las últimas acciones del Gobierno de Kim Jong Un están "cerrando rápidamente" las puertas a que se alcance una solución diplomática.
"No nos equivoquemos. El lanzamiento de un misil balístico intercontinental de Corea del Norte es una clara y profunda escalada militar", ha señalado Haley en su intervención en el consejo, según ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
"El régimen de Corea del Norte ha dicho abiertamente que la intención de sus misiles es lanzar armas nucleares para alcanzar ciudades en Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, y ahora tiene una mayor capacidad para hacerlo", ha afirmado.
La embajadora ha asegurado que, en este contexto, Washington está preparado para "utilizar su gama completa de capacidades de defensa". "Una de nuestras capacidades reside en nuestra considerable fuerza militar. La usaremos si tenemos que hacerlo. Pero preferimos no tener que ir en esa dirección", ha agregado.
Haley, por otro lado, también ha advertido de la necesidad de que los países elijan si quieren hacer negocios con Corea del Norte o con Estados Unidos. "Hay países que están permitiendo o incluso impulsando el comercio con Corea del Norte, violando así las resoluciones del consejo", ha explicado.
"A estos países también les gustaría seguir con sus acuerdos comerciales con Estados Unidos. Y eso no va a pasar", ha amenazado.
NUEVAS SANCIONES CONTRA PYONGYANG
La representante de Estados Unidos ante la ONU ha anunciado, además, que su Gobierno propondrá una nueva resolución para imponer más sanciones al Gobierno de Kim.
"Si estamos unidos la comunidad internacional puede cortar las grandes fuentes de divisa al régimen norcoreano", ha asegurado, señalando que todas las naciones pueden "restringir el flujo de petróleo" hacia su Ejército y su programa nuclear e incrementar las restricciones aéreas y marítimas. "Podemos hacer que altos cargos del régimen rindan cuentas", ha apuntado.
Haley ha reconocido que se han aprobado muchas sanciones desde la ONU pero que han sido insuficientes para hacer cambiar la actitud de Pyongyang, por lo que para que estas tengan algún impacto, ha insistido en la necesidad de hacer algo más.
"No miraremos exclusivamente hacia Corea del Norte. Miraremos hacia cualquier país que escoja hacer negocios con este régimen proscrito (...). Queda poco tiempo y es necesaria acción. El mundo está avisado", ha advertido, recordando que si se actúa en cooperación se puede "evitar una catástrofe" y "librar al mundo de una grave amenaza".
"Si fracasamos al actuar de forma seria, habrá una respuesta diferente", ha dicho. Por último, ha insistido, en línea con la retórica del Gobierno de Donald Trump, en la necesidad de que China ejerza una mayor presión.
"El 90 por ciento del comercio con Corea del Norte procede de China. Trabajaremos con China. Trabajaremos con todos y cada uno de los países que crean en la paz. Pero no repetiremos las perspectivas inadecuadas del pasado que nos han llevado hasta este oscuro día", ha concluido.
ENSAYOS DE MISILES
Pyongyang aseguró que había completado con éxito el lanzamiento de un misil balístico intercontinental. Fuentes estadounidense han asegurado que, con un alcance superior a los 5.000 kilómetros, podría llegar hasta Alaska.
El lanzamiento ha tenido lugar días después de la reunión entre el presidente surcoreano, Moon Jae In, y el presidente estadounidense, Donald Trump, en Washington, en la que el estadounidense dio oficialmente por terminada la era de la "paciencia estratégica".
Hace dos semanas, Corea del Norte llevó a cabo una nueva prueba con misiles como parte de su programa para desarrollar un proyectil de alcance intercontinental, según informaron a Reuters fuentes estadounidenses. También a principios de junio Pyongyang lanzó una serie de proyectiles desde su costa este.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.