Apuestan por "un compromiso político y diplomático" y un "diálogo basado en el respeto mutuo" para abordar el programa nuclear iraní
MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los gobiernos de China, Rusia e Irán han hecho este viernes un llamamiento a la retirada de "todas las sanciones unilaterales ilegales" contra Teherán tras una reunión trilateral en Pekín para abordar el programa nuclear iraní, en medio del repunte de las tensiones con Estados Unidos.
"China, Rusia e Irán mantuvieron debates en profundidad sobre la situación actual en relación con la cuestión nuclear y el levantamiento de las sanciones", han dicho en un comunicado conjunto tras el encuentro. "Los tres países destacaron la necesidad de poner fin a todas las sanciones unilaterales ilegales", han agregado.
El documento, publicado por el Ministerio de Exteriores chino, subraya que los tres países "reiteran que el compromiso político y diplomático y el diálogo basado en el principio del respeto mutuo sigue siendo la única opción viable y práctica" para resolver las tensiones en torno al programa iraní.
Así, han hecho hincapié en que "las partes relevantes deben comprometerse a abordar la causa subyacente de la situación actual y abandonar las sanciones, la presión o la amenaza de la fuerza", al tiempo que han subrayado "la importancia de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", que respaldó el histórico acuerdo nuclear de 2015, abandonado unilateralmente por Estados Unidos tres años después.
Por ello, han pedido "evitar cualquier acción que pueda escalar la situación para crear una atmósfera favorable y condiciones adecuadas para los esfuerzos diplomáticos", antes de recalcar la necesidad de "respetar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) como pilar del régimen internacional de no proliferación".
"China y Rusia acogieron con satisfacción la reiteración por parte de Irán de que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos y no está destinado al desarrollo de armas nucleares", puntualiza el documento, en el que aplauden además "el compromiso de Irán con el pleno cumplimiento de sus obligaciones en virtud del TNP y el Acuerdo de Salvaguardias".
En esta línea, Pekín y Moscú han dado además su apoyo "a la política iraní de continuar la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)", al tiempo que han destacado "la necesidad de respetar plenamente el derecho de Irán al uso pacífico de la energía nuclear como Estado parte del TNP".
"Los tres países insistieron en la necesidad de que todos los Estados se abstengan de cualquier acción que menoscabe la labor técnica, objetiva e imparcial del OIEA", han zanjado, ante las críticas de Teherán contra Estados Unidos y sus aliados occidentales por una supuesta instrumentalización política del organismo internacional.
PROPUESTA DE CHINA
Por otra parte, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha presentado este mismo viernes una propuesta de "cinco puntos" para lograr solucionar las tensiones sobre el programa nuclear de Irán, incluido "ceñirse a la resolución pacífica de las disputas a través de medios políticos y diplomático y oponerse al uso de la fuerza y las sanciones ilegales".
Como parte de este primer punto, Wang ha subrayado que "todas las partes deben defender la visión de una seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, trabajar activamente para crear condiciones para la reanudación del diálogo y la negociación, y abstenerse de acciones que puedan agravar la situación".
El segundo punto incluye "mantener un compromiso con el equilibrio entre derechos y responsabilidades" y "adoptar una postura holística sobre los objetivos de no proliferación nuclear y uso pacífico de la energía nuclear", incluido el "continuado compromiso por parte de Irán de no desarrollar armas nucleares y que el resto de países respeten totalmente su derecho a un uso pacífico de la energía nuclear".
Wang ha detallado que el tercer punto es "mantener el compromiso" con el acuerdo nuclear de 2015 "como base para un nuevo consenso", al tiempo que ha expresado su deseo de que las partes "trabajen en la misma dirección y reanuden lo antes posible el diálogo y la negociación". "Estados Unidos debe demostrar sinceridad política", ha recalcado.
Por otra parte, ha indicado que los otros dos puntos pasan por "mantener el compromiso con promover la cooperación a través del diálogo y evitar presiones para que intervenga el Consejo de Seguridad de la ONU" y por "mantener el compromiso con una postura por pasos y recíproca que busque el consenso a través de las consultas".
"La historia ha demostrado que actuar desde una posición de fuerza no conduce a la llave para resolver problemas difíciles. Defender el principio del respeto mutuo es la única vía viable para encontrar el mayor consenso posible que abarque las legítimas preocupaciones de todas las partes y alcance una solución que satisfaga las expectativas de la comunidad internacional", ha zanjado Wang.
AUMENTO DE LAS TENSIONES
La cumbre trilateral ha sido celebrada en medio del aumento de las tensiones en torno al programa nuclear iraní, después de que el presidente de Estados Unidos, Donadl Trump, dejara caer la posibilidad de adoptar medidas militares en caso de que no haya un nuevo acuerdo sobre el tema a través de la vía diplomática.
Trump aseguró la semana pasada haber enviado una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, para reclamar la apertura de un nuevo proceso de negociaciones, misiva que ha sido recibida este jueves por Teherán, que asegura que está estudiando el contenido del texto, remitido a través de un tercer país.
Sin embargo, el propio Jamenei manifestó el miércoles que volver a negociar con Estados Unidos "sólo acarreará sanciones más duras" y recordó que fue Trump quien sacó en 2018 de forma unilateral a Washington del histórico acuerdo nuclear firmado en 2015, lo que llevó a Teherán a reducir en respuesta sus compromisos con el pacto.
Trump impuso una batería de sanciones contra Teherán tras abandonar el acuerdo, en lo que describió como una campaña de "máxima presión" contra las autoridades iraníes. Desde su regreso a la Casa Blanca, ha vuelto a activar un amplio abanico de sanciones, algo criticado por el Gobierno iraní, que insiste en que su programa nuclear es pacífico y parte de sus derechos nacionales.