PEKÍN, 11 Feb. (Reuters/EP) -
China y Taiwán han acordado este martes establecer oficinas permanentes de representación de ambos territorios lo antes posible durante la primera reunión de alto nivel que ha tenido lugar entre los dos Gobiernos desde el final de la guerra de 1949.
El responsable de Asuntos Continentales de Taiwán, Wang Yu Chi, se ha reunido en Nankín, capital de la provincia de Jiangsu, para negociar con su homólogo chino, Zhang Zhijun, jefe del Consejo de Estado sobre Asuntos de Taiwán, aunque otras cuestiones importantes como la firma de un tratado de paz formal no ha sido objeto de debate.
El establecimiento de las oficinas de representación se hará "lo antes posible", según ha informado la agencia de noticias china Xinhua. Asimismo, han acordado profundizar en las relaciones económicas y abordar de forma apropiada cuestiones como la seguridad social para los estudiantes que se encuentren en el otro territorio.
Wang ha descrito esta reunión como una ocasión inimaginable hace años. "Ser capaz de sentarse y hablar es una oportunidad muy valiosa, considerando que ambas partes estuvieron una vez casi en guerra", ha asegurado.
Uno de los objetivos declarados de Pekín es la reivindicación de la soberanía de la isla de Taiwán, territorio que se separó de hecho del resto de China en 1949, cuando las fuerzas republicanas perdieron la guerra civil ante los comunistas y se retiraron a la isla, aunque su nombre oficial sigue siendo República de China.
No obstante, las relaciones a través del estrecho han mejorado desde que el presidente de Taiwán, Ma Ying Jeau, más cercano a la política de Pekín, fuera elegido en 2008.
El pasado mes de octubre, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró que la solución política al contencioso entre los dos territorios no podía retrasarse más. Sin embargo, su homólogo taiwanés negó la urgencia de comenzar las negociaciones políticas e hizo hincapié en la necesidad de enfocarse al comercio.
Aun así, el impulso en las relaciones comerciales no ha llevado consigo ningún avance en la reconciliación política y la recuperación de Taiwán sigue siendo una prioridad para el Partido Comunista de China, que está invirtiendo millones de dólares en modernizar sus fuerzas militares.