China/Tíbet.- Cientos de tibetanos han sido arrestados desde el inicio de la represalia china

Actualizado: miércoles, 19 marzo 2008 10:50

BEIJING 19 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

El número de tibetanos arrestado ya por la Policía y el Ejército chino podría ascender ya a varios cientos de personas, según informaron hoy fuentes pro tibetanas.

"Al parecer se han producido cientos de arrestos, posiblemente miles, a lo largo de toda la nación (tibetana)" afirmó hoy Lhadon Tethong, director de Students for a Free Tibet.

Según el joven, la información de situaciones conflictivas, que se está multiplicando no sólo en la región autónoma de Tíbet sino en localidad de las provincias limítrofes que también cuentan con una proporción importante de tibetanos, es tal que no pueden manejarla. "No podemos seguir el ritmo, hay una avalancha de información", declaró.

La organización Human Rights Watch habla también de informes "no confirmados" sobre cientos de arrestos, y alerta sobre el riesgo de que los detenidos sufran torturas.

De acuerdo con las autoridades chinas, 105 tibetanos que participaron en las protestas violentas ocurridas en Lhasa el viernes pasado se han entregado a la policía, informa la agencia oficial Xinhua. Sobre el número de detenidos no ofrece ningún dato.

NUEVAS PROTESTAS

Pese a las declaraciones del Gobierno chino, que asegura que la situación está ya bajo control, el Tibetan Centre for Human Rights and Democracy (TCHRD) ha informado de que esta mañana en el monasterio de Choephel Shing, en la prefectura tibetana de Kanlho, en la provincia de Gansu, se produjo una protesta en la que participaron 500 monjes.

Los monjes comenzaron a gritar lemas como "Independencia para Tíbet" y "Larga vida al Dalai Lama" y ondear la bandera tibetana. La zona se encuentra ya plagada de militares y de fuerzas de la agencia de seguridad pública, aunque de momento no se ha producido ningún choque violento.

Desde Beijing una joven emparentada con uno de los monjes del monasterio de Choephel Shing ha confirmado la situación de sitio en la que se encuentran los monjes y la aldea vecina de Nyimba. "Sólo tengo contacto telefónico con ellos, aunque las líneas podrían ser cortadas en cualquier momento. Mis familiares dicen que están asustados pero mantienen la calma", señaló.

Los monasterios de Drepung, Sera y Ganden, que rodean a Lhasa y que fueron el germen de las protestas, permanecen sitiados por la Policía desde hace nueve días; los monjes, según denuncian fuentes tibetanas, no tienen agua, porque el suministro ha sido cortado, y podrían quedarse pronto sin comida.

Mientras, en la Universidad de Beijing, una de las más importantes del país, y según fuentes tibetanas, se ha repartido entre sus estudiantes no 'han' (la etnia china) un cuestionario en el que se pide a los jóvenes que incluyan sus datos completos, la dirección y lugar de trabajo de sus padres, y responda a la pregunta de "¿qué lugar ocupa el Dalai Lama en tu corazón?".

Por otra parte, en la Universidad de las Minorías, en Beijing, donde se produjo una sentada silenciosa el lunes, sigue habiendo presencia policial y sólo se permite la entrada de estudiantes y trabajadores. Las universidades chinas son como fortalezas, están cerradas y tienen un par de puertas con guardias, pero normalmente entra y sale todo el mundo.

COBERTURA MEDIÁTICA INTERNACIONAL

El Gobierno chino, que está bloqueando la región de Tíbet y el resto de zonas con población tibetana a los extranjeros. El primer ministro, Wen Jiabao, confirmó ayer que no se dejará que los periodistas extranjeros acudan al lugar hasta que se "tranquilice" la situación.

No obstante, el Gobierno no se está tomando nada bien la cobertura internacional sobre el suceso. Beijing ha insistido en señalar que lo hubo en Lhasa el viernes pasado no fue una protesta pacífica de monjes, sino una turbamulta violenta de tibetanos que atacaron ciegamente a cualquier objetivo chino, originando sangrientas situaciones de terror.

"Es escandaloso que la irresponsable cobertura informativa de algunos medios extranjeros no muestran los hechos asociados a los disturbios", declaró hoy el tibetano pro chino Ragdi, ex vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular.

Ragdi reconoció, no obstante, que lo ocurrido en Tíbet era una cuestión de tiempo, aunque él lo achacó a los movimientos secesionistas, y no a la insatisfacción del pueblo tibetano en su conjunto, al que no parece impresionarle el "periodo dorado de rápido desarrollo" que ha experimentado en los últimos años, con un crecimiento que Ragdi cifró en una media del 12% anual en los últimos siete años.